A medida que los profesores de las universidades públicas han ido presentando sus declaraciones de renta, con base en sus ingresos de 2017, fueron descubriendo el ‘raponazo’ que les metieron en la pasada reforma tributaria.

Según la Federación Nacional de Profesores Universitarios y el Sistema Universitario Estatal, la reforma tributaria aumentó los impuestos de los profesores universitarios en por lo menos 500%. Y que en algunos casos puede ser hasta del 2.000 por ciento. Situación que tiene al profesorado con los pelos de punta y acudiendo a onerosos créditos para pagar al fisco.

En la actualidad, el 50% del salario de los profesores proviene de gastos de representación que, de acuerdo con el artículo 206 del Estatuto Tributario, son rentas laborales exentas, lo que quiere decir que estos ingresos no se tienen en cuenta para cobrar el impuesto de renta. Es un beneficio tributario que se diseñó para mejorar los bajos salarios de los profesores universitarios.

Sin embargo la reforma tributaria grava los gastos de representación y elimina este beneficio a los profesores universitarios.

Cálculos de la Universidad de Antioquia señalan que un profesor con un salario mensual de $4,1 millones no pagaba impuestos. Pero con la reforma tributaria deberá pagar anualmente más de 3 millones de pesos. Quienes ganen 5 millones pasarán de pagar $284.000 pesos a $7,5 millones de pesos, ¡un aumento del 2.500 por ciento!

Según cálculos del profesorado, con la actual norma tributaria están perdiendo el 1.5 del salario al año y estiman que, de cumplirse los anuncios del actual ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, se llegaría a 2.5 salarios año perdidos.

Por esta razón los docentes de las universidades de Antioquia y la UIS se declararon en asamblea permanente y se espera que más profesores de otras universidades se unan esta semana a la protesta, como las de Tolima, Caldas y Pedaógica Nacional, entre otras.

Estas acciones, surgidas y promovidas especialmente desde la Universidad de Antioquia, ponen en alerta a los rectores del Sistema Universitario Estatal, en momentos en que las universidades se encuentran en plena actividad académica y le dan un preocupante saludo de bienvenida al nuevo viceministro de Educación Superior, Luis Fernando Pérez, quien por lo visto deberá inaugurarse en el cargo enfrentando un sector que poco le es afín.

El hecho es que tras unas semana de posesionada la nueva Ministra de Educación, el sector sigue sin conocer sus posiciones al respecto y los profesores universitarios y sus delegados insisten en ser escuchados por el gobierno nacional.