Bastante deprimente fue visitar durante Semana Santa el Desierto de la Tatacoa, en el Huila, y descubrir con perplejidad que una horda de invasores lo están destruyendo sin control alguno. Y poco a poco lo han ido llenando de ‘cambuches’ convertidos en improvisados hostales y restaurantes.
Abren carreteras en medio del desierto, construyen precarias piscinas y hacen cerramientos horrorosos que rompen el paisaje y la tranquilidad que solía reinar en este otrora paraíso natural y silencioso.
Es el colmo que las autoridades del municipio de Villavieja hayan permitido esta invasión tan aberrante.
Por eso es urgente que el Gobierno declare al Desierto de la Tatacoa como Parque Natural de Colombia para protegerlo, para expulsar todos esos invasores, para regular y controlar su explotación turística con base en normas que protejan el paisaje y el medio ambiente.
Creo que la Gobernación del Huila y los ministerios del Medio Ambiente y de Comercio y de Turismo deben emprender acciones conjuntas para elevar a este patrimonio natural del Huila y de Colombia a la categoría de Parque Natural.
Gestión en la que podían contribuir los parlamentarios opitas…
Yo insisto en que necesitamos un Ministro del Turismo que se dedique exclusivamente a temas como este y a conectar a Providencia, el Amazonas, San Agustín, la Sierra Nevada de Santa Marta, el Eje Cafetero, Gorgona y el Parque Tayrona con el mundo… entre muchas otros destinos naturales, turísticos y maravillosos que tiene Colombia.
SOS por el Desierto de la Tatacoa…