Hace unas semanas conocimos la noticia sobre la posibilidad que tendrán algunas empresas de ofrecerles créditos directos a sus clientes. Esta medida, sin duda, dinamizará el comercio. Pero, ¿qué tan bueno resulta eso de comprar al fiado? Vale la pena analizarlo.
En primera instancia están los establecimientos comerciales. Vender a crédito podría convertirse en una tabla de salvación para ellos y una estrategia que les permitiría incrementar sus ventas, algo que todo empresario y emprendedor anhela. Pero, hacerlo aumentaría su exposición al riesgo de no recibir pago alguno de parte del comprador.
En caso de que la iniciativa prospere, se les ofrecería a los comerciantes la posibilidad de acceder a un estudio de crédito exprés, utilizando información disponible en las centrales de riesgo y otras bases de datos especializadas. Así pues, se analizaría el comportamiento de pago de los compradores potenciales y se definiría si es recomendable o no otorgar el crédito solicitado. Esto, por supuesto, tendría un costo adicional para el comerciante. Además, si el cliente no paga, nadie respaldaría su deuda y sería el comerciante quien asumiría toda la pérdida. ¿Eso estará claro para todos?
Pensemos ahora en los clientes. Se supone que gastamos dependiendo de nuestros ingresos, así que deberíamos controlar nuestro ánimo de comprar todo lo que nos ofrecen a través de diferentes medios. Sin embargo, ahí es donde aparece el crédito y suelta las riendas de nuestros deseos y nos acerca a eso que queremos, pero no necesitamos.
“Se supone que gastamos dependiendo de nuestros ingresos, así que deberíamos controlar nuestro ánimo de comprar todo lo que nos ofrecen a través de diferentes medios”.
Comprar al fiado es equivalente a tomar un crédito, lo que implica comprometer nuestros ingresos futuros para poder consumir en el presente. Así que solamente deberíamos considerar esta opción para adquirir artículos que sean realmente necesarios. De lo contrario, nos estaríamos creando un problema futuro solo por satisfacer un deseo presente. Cabe resaltar que aquellos que resulten morosos tendrán que enfrentarse a procesos de recuperación de cartera desarrollados por Refinancia.
Otra perspectiva está asociada con el medio ambiente y la sostenibilidad del Planeta. A pesar de los mensajes que recibimos permanentemente sobre los efectos nocivos que tiene en el medio ambiente nuestra tendencia a consumir de manera excesiva, para la mayoría de nosotros es muy difícil resistirnos a aprovechar las ofertas y descuentos que ofrecen los establecimientos comerciales en diferentes momentos del año. Por eso, las ventas al fiado aparecen como la mejor alternativa cuando se trata de adquirir cosas que no podríamos comprar si lo hiciéramos de contado.
Sí, estamos avanzando en un cambio de mentalidad y en las acciones para reciclar, reutilizar y reducir. Sin embargo, muchas voces reconocidas afirman que, más allá de eso, se necesita un nuevo modelo económico y productivo. Promover las ventas al fiado parece ir en contravía de ello: a nivel económico, se incrementa la exposición al riesgo para vendedores y compradores; a nivel social, puede aumentar la distribución desigual de ingresos, al favorecer al proveedor de los análisis, que a su vez sería el mismo que recuperaría la cartera de aquellos que resulten morosos; y a nivel ambiental, quedarían dudas sobre el aporte de esta estrategia al consumo responsable.
Dicho esto, solo queda apelar al buen juicio de todos los involucrados y a la aplicación del tan mencionado sentido común como elemento fundamental en la toma de decisiones.
Jose Fernando Sandoval
Director Departamento de Finanzas – Facultad de Administración, Finanzas y Ciencias Económicas
Universidad Ean