La regulación de nuevas realidades como la inteligencia artificial y el cambio de paradigma de la educación son algunos de los retos a enfrentar en esta etapa de transformación que está experimentando el mundo.

 

 

Así como hace dos siglos la primera y segunda revoluciones industriales generaron grandes cambios en la forma como se producían los bienes que se consumían en el mundo en ese momento, también hubo cambios significativos en la sociedad, entre ellos la primera globalización debido a grandes migraciones hacia el nuevo mundo, y la comercialización mundial de productos gracias a las nuevas formas de transporte marítimo y a los nuevos combustibles.

Hoy día, estamos atravesando por la cuarta Revolución Industrial – 4RI (la tercera fue la digital), en la cual las empresas, las sociedades y la política se están transformando profundamente, tal como sucedió en las fases anteriores.

Esta situación genera, obligatoriamente, cambios de paradigmas en las personas, la sociedad y los sistemas productivos. Sin embargo, en esta ocasión no basta con ajustar nuestros procesos e instituciones; es necesario rediseñarlos completamente para capitalizar las nuevas oportunidades: el acceso como nunca a cantidades casi ilimitadas de datos; las capacidades de procesamiento informático; los retos humanos frente al cambio climático o frente a los plásticos de un solo uso; las economías colaborativas y digitales… ¡es todo un mundo inexplorado!

 

“No basta con ajustar nuestros procesos e instituciones; es necesario rediseñarlos completamente para capitalizar las nuevas oportunidades: el acceso como nunca a cantidades casi ilimitadas de datos y las capacidades de procesamiento informático, entre otras”.

 

Si esperamos o dependemos de soluciones para reparar las deficiencias de los sistemas actuales, el choque será fuerte contra las tendencias emergentes. Empresas como Uber, Rappi, Airbnb o Netflix no encajan fácilmente en las normativas empresariales o tributarias de los países, y sí generan una alta presión económica y social.

Así mismo, blockchain crea nuevas reglas para procesos como las transferencias bancarias, que antes se hacían de una forma que hoy parecería analógica o desactualizada (tiempos de transacción, costos, códigos swift) y no digital y de este nuevo milenio (inmediata, simple y libre).

En el Foro Económico Mundial que se llevó a cabo recientemente, su presidente, Klaus Martin Schwab, mencionó cómo la 4RI (término que incorporó al vocabulario global en 2016) está transformando el sistema económico mundial. El mundo físico ya está siendo eclipsado por el mundo digital, interconectado, integrado y virtual, y por una economía circular y compartida.

La 4RI también está asignando recursos y poder sin precedentes en las manos de unas pocas corporaciones, por lo cual se hace urgente que exista un control de la inteligencia artificial, los datos y la capacidad de plataformas, ya que está en juego la determinación del poder corporativo, nacional y global.

Ahora bien, todos estos cambios deben incluir uno trascendental e imprescindible: la adaptación de la educación a las demandas de la 4RI, con un énfasis en alimentar la creatividad, el pensamiento crítico, el alfabetismo digital, la empatía, la sensibilidad y la colaboración.

 

“El modelo educativo está llamado a adaptarse a las demandas de la 4RI, con un énfasis en alimentar la creatividad, el pensamiento crítico, el alfabetismo digital, la empatía, la sensibilidad y la colaboración”.

 

Dice Schwab que los sistemas educativos tendrán que estar más orientados a un aprendizaje de por vida, tanto en métodos digitales como en desarrollo y formación personalizada presencial. Así que quiero plantear estas preguntas: ¿estás preparado para afrontar la 4RI? En caso de que no, ¿estás orientando tu proceso de formación o de actividad profesional hacia esa meta?

 

José Alejandro Martínez
Director del Departamento de Sostenibilidad
Instituto para el Emprendimiento Sostenible
Universidad EAN