Cada vez que se dan a conocer las cifras de desempleo en el país, sale a relucir el millón de venezolanos que han llegado al territorio nacional, a quienes se les señala de ser los causantes del aumento de dicha problemática. Pero, ¿qué tan cierto es eso?

 

De acuerdo con el Dane, para abril del 2019 el nivel de desempleo alcanzó el 10,3%, es decir, un 0,8 % más en relación con el mismo mes del 2018. La ciudad nacional más afectada con esta situación es Quibdó (Chocó), con un 21,6 %, y la que cuenta con la tasa más baja es Cartagena (Bolívar), con 6,8 %.

¿Qué hay detrás de ese aumento en las cifras de desempleo en Colombia? Lo más fácil en este momento es decir que dicha realidad responde a coyunturas como la llegada masiva de venezolanos al país, la reforma tributaria, o el aumento del salario mínimo (por encima de la inflación). Sin embargo, la explicación es mucho más compleja.

 

“El desempleo en Colombia va más allá de la reforma tributaria, el aumento del salario mínimo y la migración venezolana”.

 

Claro, no es descabellado decir que la migración venezolana ha favorecido el aumento del desempleo en el país, pues, de acuerdo con las cifras de Migración Colombia, en la actualidad 1.260.594 venezolanos viven en el país; por tal razón, la Población Económicamente Activa (PEA) viene en aumento para el territorio nacional.

Mientras que la PEA aumentó en 550.000 personas activas laboralmente, el número de ocupados creció tan solo un 44 %. Este desfase entre la oferta de mano de obra y la demanda de empleo ha hecho que las cifras de desempleo aumenten en los últimos meses.

No obstante, la anterior no es la principal causa del desempleo en Colombia. En cambio, sí lo es la poca generación de empleo en las grandes ciudades del país en sectores como la manufactura o los servicios. El déficit, que viene de décadas atrás, radica en el modelo de crecimiento económico que el país ha desarrollado: explotación de commodities, sobre todo el petróleo, que sigue siendo el principal producto de exportación colombiano en la actualidad.

Por otro lado, la muy débil inserción de productos del sector secundario y terciario de valor agregado en los mercados internacionales no permite que la economía colombiana crezca de manera dinámica ni genere nuevos y mejores puestos de trabajo.

 

“La débil inserción de productos en el mercado internacional no permite que la economía crezca”.

 

Tampoco el mercado interno ha mostrado mucho dinamismo, en gran parte por la incertidumbre política que genera el proceso de paz, el aumento de la inseguridad y la violencia en muchas regiones de Colombia.

Entonces, pretender justificar el engrosamiento de las filas del desempleo con la llegada de población venezolana al territorio colombiano resulta apresurado y, de hecho, desconoce la responsabilidad de otros actores nacionales en esta problemática que hoy golpea a más de tres millones de personas en el país.

 

Fabio Moscoso Durán
Director del Grupo de Investigación de Entorno Económico
Universidad Ean