El turismo es una industria económica, poderosa y de relevancia mundial. En la globalización, donde el cambio es constante, este sector tiende a mejorar e impactar la economía de los países del tercer mundo, contribuyendo a la paz global, el alivio de la pobreza y también al intercambio cultural.
En Colombia, a marzo de 2020, las cifras eran buenas y generaban bastantes expectativas: 211 295 visitantes no residentes habían ingresado al país, según cifras de Migración y Sociedades Portuarias. Estados Unidos, Argentina, México, Perú, Ecuador, Brasil, Chile, Canadá y Panamá lideraban el ranking de los 10 países de procedencia de las personas que habían escogido a Colombia como destino turístico.
El número de pasajeros que se movilizó por avión fue de 1.9 millones y el porcentaje de ocupación hotelera de Colombia fue de un 57.8 %. Entre los destinos elegidos por los turistas estuvieron Cartagena, San Andrés y Antioquia con porcentajes de ocupación del 75.6 %, 77.2 % y 66.5 %, respectivamente, de acuerdo con información proporcionada por la Asociación Hotelera y Turística de Colombia.
En contraste con el crecimiento del alojamiento del 3.4 %, respecto a periodos anteriores, y un movimiento promedio de pasajeros a nivel mundial de 41 millones, llegó la pandemia. Muchos no lograron prevenir sus efectos tempranamente y Colombia no fue la excepción. Según información suministrada por actores relevantes de la cadena de valor del turismo, como es el caso de Cotelco y la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (ANATO), el país presentó una caída del tráfico aéreo del 39.7 % con respecto al 2019. Se registraron 300 000 empleos menos, de los cuales 34 600 se perdieron a causa de la emergencia sanitaria.
El mundo empezó a verse con otros ojos. Muchas especies animales salieron voluntariamente a explorar distintos parajes ante la mirada atónita de los humanos que observaron este espectáculo desde el confinamiento. En definitiva, todo se encaminó hacia el mundo sostenible, con miras a la preservación de los recursos naturales y la protección de la biodiversidad; un planeta que anhele mitigar los efectos del cambio climático; un territorio que considere el uso e implementación de energías renovables y de la economía circular en aras de favorecer a las comunidades, y en materia de turismo un lugar que en su práctica abogue por el turismo verde.
El Proyecto de ley logra la reactivación de un turismo como industria relevante para la economía del país y que hecho de manera responsable y sostenible mantendrá el interés de los turistas.
El turismo sostenible atiende a las necesidades de los turistas actuales y de las regiones receptoras, al tiempo que protege y fomenta las oportunidades para el futuro manteniendo la armonía entre las prioridades del destino turístico en materia social, económica y ambiental. Es por esto que el Gobierno colombiano, en aras de motivar de nuevo el crecimiento de este sector, apuesta por el diseño de un proyecto que busca fomentar la sostenibilidad y la implementación de mecanismos de conservación, protección y aprovechamiento de los destinos turísticos.
Entre las peticiones de los actores vinculados al sector que sabe la importancia del turismo para el fortalecimiento de la economía del país y para la presentación de este ante el mundo como un destino de talla mundial, están disminuir de modo indefinido la tarifa del IVA para tiquetes aéreos del 19 % al 5 % y excluir del pago de este impuesto a los servicios turísticos hasta el 31 de diciembre de 2021, sumado a la ampliación de plazos para la reconstrucción y remodelación de hoteles, parques temáticos de ecoturismo, agroturismo y muelles náuticos para acceder al beneficio tributario de renta del 9 %, de acuerdo con la Ley de Crecimiento Económico 2010 del 2019.
El aviturismo, el turismo comunitario y el turismo cultural-creativo se convierten en prácticas que merecen la pena fortalecer en un país rico en recursos naturales y atractivos culturales, derivado de su folclor, culturas ancestrales, ferias y fiestas. Además, se destaca su riqueza en materia de biodiversidad, con variedad de parques naturales que se convierten en los pulmones para el planeta que tanto se necesitan en estos momentos.
Algunas de estas reservas naturales fueron declaradas partes de la Unesco, es el caso del Cinturón Andino, ubicado en el macizo colombiano, en el sur de la cordillera de los Andes, que comprende tres parques nacionales: PN La cueva de los Guacharros, PN Puracé y el PN Nevado del Huila; El Tuparro, en el departamento del Vichada; la Sierra Nevada de Santa Marta; la Ciénaga Grande de Santa Marta, y Sea Flower, este último ubicado en el departamento del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Colombia cuenta con una gran variedad de lugares para hacer proyectos turísticos responsables con el medioambiente que dan testimonio de un turismo sostenible.
En definitiva, el Proyecto de ley No. 281 de Senado y No. 403 de Cámara logra la reactivación de un turismo como industria relevante para la economía del país y que hecho de manera responsable y sostenible mantendrá el interés de los turistas, velando por la protección y salvaguarda de la identidad, el patrimonio y las tradiciones presentes. Esto bajo la premisa de que el principal beneficiario de su puesta en práctica deberá ser la comunidad local para la apropiación social del patrimonio, el buen uso de los recursos naturales y con ello la mejora de la calidad de vida de las comunidades receptoras de turistas.
Claudia Patricia Rodríguez Zárate
Docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales
Universidad EAN