La aparición y evolución de la COVID-19, junto con medidas estrictas de confinamiento, perjudicó de forma considerable a los empresarios y los diversos proyectos de emprendimiento, que se han visto afectados por las cuarentenas y el cierre de los sectores de la economía.

Mientras las esperanzas estén puestas en el desempeño de los gobiernos, con sus respectivos procesos de vacunación para alcanzar el anhelado umbral o “inmunidad de rebaño”, es fundamental no perder de vista un aspecto muy importante, moderno e influyente en la función empresarial que es señalado por la teoría económica austríaca: mantener un estado de alerta ante el cambio.

El autor Israel Kirzner muestra que los empresarios deciden, con el conocimiento que poseen, las oportunidades que toman del mercado y el entorno económico, a diferencia del enfoque neoclásico, en el cual se toma la información del equilibrio del mercado como un estado predeterminado del intercambio económico. Es un concepto de espíritu empresarial que enfatiza que los empresarios mantienen un estado de alerta ante las oportunidades de lucro.

Su análisis se enfoca en la evolución del proceso del mercado, tal como ocurre en condiciones de desequilibrio del mercado. Dicho proceso es promovido por la acción empresarial bajo una incertidumbre radical con conocimiento imperfecto y transcurre en dos fases: la primera es la de descubrimiento, los empresarios distinguen y eligen seguir una oportunidad de negocio; en la segunda fase averiguan qué medios les permitirá aprovechar la oportunidad durante la fase de explotación. Este ejemplo se ajusta a un tipo particular de empresarios: el gran empresario innovador que logra imaginar lo que aún nadie ha podido.

La previsión empresarial puede triunfar sobre las pandemias y hacer de nuestro tejido empresarial una estructura más resiliente.

Esta línea de pensamiento se volvió un embrión que dio origen al trabajo de Saras Sarasvathy sobre la aparición de nuevas empresas. Ella planteó la relevancia del ‘Modelo de Efectuación’, en el cual hace énfasis en que la gran mayoría de empresarios no poseen la visión pionera del estilo de Steve Jobs, porque cuando se emprende un nuevo proyecto en una empresa la incertidumbre se multiplica, entonces se requiere la búsqueda de nuevos métodos convencionales de análisis.

En consecuencia, Sarasvathy, en su estudio, analizó la conducta de 27 empresarios expertos cuya experiencia residía en varios aspectos: la fundación de varias empresas y una gestión que superara los 15 años e incluyera tanto éxitos como fracasos. El hallazgo mostró que la mayoría de los empresarios empleaba la efectuación para resolver problemas, contrario al modelo causal que fija objetivos y busca los medios para conseguirlos.

Así, la teoría de la efectuación encaja en un modelo innovador y planificador, que toma como punto de partida los medios y recursos disponibles para crear soluciones e ir avanzando en la toma de decisiones empresariales bajo condiciones de incertidumbre, y elaborar respuestas creativas sin necesidad de tener el absoluto control sobre la totalidad de los recursos.

Para concluir, insisto en que las escuelas de negocios o emprendimientos, y las cámaras de comercio, deben fomentar una amplia exploración a lo que los economistas tienen que decir sobre el emprendimiento y los diversos enfoques teóricos, y revisar aquellas aproximaciones con herramientas que pongan en práctica las lecciones que tanto proclaman junto con casos exitosos que puedan ser tomados como referencia.

De esta manera, si los programas de vacunación resultaran exitosos en el mediano y largo plazo, las pymes estarían mejor preparadas para la llegada inevitable de lo que parece ser un próximo brote pandémico y, en caso de que sea una realidad, podamos afirmar que la previsión empresarial puede triunfar sobre las pandemias y hacer de nuestro tejido empresarial una estructura más resiliente.

Julián Marcel Libreros Amaya
Docente Asociado al Programa de Economía
Universidad Ean