Cuando el dólar sube de precio se espera un incremento en las exportaciones, pero los datos no soportan lo anterior. Si se utiliza el razonamiento inverso, los datos muestran cómo unas menores exportaciones aumentan el precio del dólar. Reflexiones en doble vía sobre tasa de cambio, importaciones y exportaciones.
La respuesta a la pregunta de qué fue primero, si el huevo o la gallina, no la sé. Posiblemente el huevo creó a la gallina; tal vez la gallina dio origen al huevo, o quizá el huevo y la gallina existieron al mismo tiempo. Esta analogía aplica para situaciones que tienen muchos puntos de vista, incluso algunos que pasamos por alto. Tal es el caso del comportamiento de la tasa de cambio en relación con las exportaciones e importaciones… estas pueden verse desde más de una óptica.
Entre 2012 y 2015 la tasa de cambio del peso colombiano, frente al dólar de Estados Unidos, tuvo una fuerte devaluación. A comienzos de ese periodo se podían intercambiar $1.768 por un dólar de Estados Unidos, y tres años después la equivalencia llegó a $3.149.
“Entre 2012 y 2015 la tasa de cambio del peso colombiano, frente al dólar de Estados Unidos, tuvo una fuerte devaluación. A comienzos de ese periodo se podían intercambiar $1.768 por un dólar de Estados Unidos, y tres años después la equivalencia llegó a $3.149”.
Para entender las implicaciones de una devaluación, considere el caso de un caficultor y un comprador de computadores. Suponga que el productor siempre vende la libra de café a un dólar, con lo cual el incremento de la tasa de cambio se traduce en un aumento de sus ingresos (de $1.768 a $3.149 pesos por libra). Por otro lado, suponga que el consumidor adquiere computadores a un dólar, sus costos han aumentado de $1.768 pesos a $3.149 por unidad. De lo anterior, se deduce que un aumento (devaluación) en la tasa de cambio ayuda a los exportadores y perjudica a los importadores, mientras que una disminución (revaluación) en la tasa de cambio desfavorece a los primeros y beneficia a los segundos.
A pesar del incremento en la tasa de cambio, de 2012 a 2015 el valor de las exportaciones se redujo de US$ 60.125 millones a US$ 36.018 millones. ¿Observa algo extraño? En teoría, el aumento del dólar debería motivar a los exportadores, pero la realidad muestra algo distinto. Al revisar los datos desde otro punto de vista se podría encontrar una explicación razonable. Suponga que el huevo no generó a la gallina, sino que la gallina creó al huevo; es decir, contemple la posibilidad de que la caída en las exportaciones (entrada de menos dólares) causa el incremento del dólar. En esa época, Estados Unidos encontró una receta para producir más petróleo, por lo cual ofertó demasiadas unidades, y al haber más cantidades el precio se redujo.
“Suponga que el huevo no generó a la gallina, sino que la gallina creó al huevo; es decir, contemple la posibilidad de que la caída en las exportaciones (entrada de menos dólares) causa el incremento del dólar”.
El petróleo es un producto muy importante dentro de las exportaciones colombianas. Las ventas de cualquier bien dependen del precio y de la cantidad, por lo cual, al caer el precio del petróleo, los ingresos por este bien decrecen de forma considerable (al revisar los datos, las cantidades exportadas no cambian de forma significativa, pero el precio sí). Entonces, al disminuir las ventas de petróleo entran menos dólares al país, y al haber menos oferta de dólares su precio aumenta. En este sentido, es más sensato decir que las exportaciones explican el comportamiento del dólar y no al revés (las importaciones también disminuyeron y se puede justificar en las menores compras que los colombianos realizaron en el exterior dado que tenían menos dólares).
Entre 2002 y 2011 el dólar registró el proceso contrario, revaluándose de $2.865 a $1.943, mientras que las exportaciones e importaciones se incrementaron en 17% y 16% (promedio anual). En ese momento, el precio del petróleo estaba al alza, aumentaron las exportaciones, entraron más dólares, los colombianos tenían más dinero y compraron más del exterior (importaron). En resumen, cuando el comercio exterior decrece, el dólar se incrementa; cuando el comercio exterior crece, el dólar disminuye, y detrás del telón se encuentra el precio del petróleo.
Al pensar en las exportaciones, las importaciones y el dólar me doy cuenta de que todo tiene su cara y sello. Y me incluyo en ese proceso; puedo ver mis manos, pero no puedo ver mi espalda, y al interactuar con los otros me doy cuenta de la versión más completa de lo que podría ser. Todo es esa danza, la construcción de la totalidad a partir de la dualidad.
Camilo Vargas
Profesor Facultad de Administración, Finanzas y Ciencias Económicas
Universidad Ean