Las láminas de la Copa del Mundo Rusia 2018 pueden utilizarse para calcular diferencias en la capacidad adquisitiva entre países. Sí, la tasa de intercambio de stickers es un indicador de Tasa de Cambio Real. ¡Un ejercicio sencillo y lúdico con el hobby del momento!

La Copa del Mundo Rusia 2018 está cerca. El furor por completar el álbum se ve reflejado en los grupos que intercambian láminas en cualquier esquina. Cuando voy a cambiar ‘monas’ (nombre que se da a las láminas del álbum de Panini en Colombia) ocurren situaciones bastante particulares: los escudos de los países, y en general las monas brillantes, escasean por completo y su precio en el mercado de láminas sueltas evidencia una restricción de oferta.

La escasez de algunas ‘monas’ también se expresa en su tasa de intercambio. En teoría, una lámina se cambia por otra, pero la falta de algunas hace que, por ejemplo, un escudo se intercambie por varios jugadores. Lo anterior puede verse reflejado en los tipos de ‘monas’ dentro de una caja. Al comprar una caja conseguí 27 de 32 equipos (probabilidad 84%) y 14 de 32 escudos (probabilidad 44%). Aunque una caja no es representativa de muchas cajas, de acuerdo con lo anterior estaría dispuesto a intercambiar dos equipos por un escudo.

 

“Al comprar una caja conseguí 27 de 32 equipos (probabilidad 84%) y 14 de 32 escudos (probabilidad 44%). Aunque una caja no es representativa, estaría dispuesto a intercambiar dos equipos por un escudo”.

 

En el ámbito internacional, una caja grande tiene 100 sobres y cada sobre contiene cinco láminas (en Colombia y Perú las cajas reúnen 104 sobres). El precio por unidad se obtiene al dividir el precio de una caja entre el número de unidades por caja. En Brasil una caja se vende en 230 reales, mientras que en México la misma caja tiene un precio de 1.300 pesos mexicanos; así que una lámina cuesta 0,46 reales y 2,6 pesos mexicanos (resultado de dividir 230 entre 500 y 1.300 entre 500).

Después de calcular el precio en la moneda del país, se estima el precio por unidad en euros. Para realizar este paso se utiliza el tipo de cambio nominal (TCN), el cual muestra cuántas monedas de ese país se intercambian por un euro (en Argentina 24,75 pesos argentinos se cambian por un euro). El precio por unidad en euros se consigue al dividir el precio por unidad (2,6 pesos argentinos) entre la TCN (24,75). En ese orden de ideas, una ‘monita’ se puede comprar en 0,11 euros en Argentina.

Supongamos que los coleccionistas negocian láminas: la estrategia sería comprar a precio bajo y vender a precio alto. Se adquirirían stickers en América Latina (preferiblemente en Brasil o Argentina a 0,11 euros) y se ofrecerían en Europa (preferiblemente en Francia a 0,19 euros). Ahora, si los países comercializaran únicamente ‘monas’, y suponiendo que los costos de envío fueran muy bajos, los euros fluirían de Europa hacia América Latina. La abundancia de euros generaría una disminución del tipo de cambio en América Latina (revaluación), mientras que la escasez de euros produciría un aumento del tipo de cambio en Europa (devaluación). El proceso termina cuando los tipos de cambio son iguales en todos los países (ley del precio único).

Además de las monedas, también se puede analizar la tasa de intercambio de figuras. La tasa de cambio real (TCR) resulta de dividir el precio por unidad en euros entre países. Considerando a Colombia como el país de referencia, un sticker colombiano se puede cambiar por 0,67 láminas inglesas. ¿Cómo saberlo? Divida el precio por unidad en euros en Colombia, que es 0,12 (420 pesos que vale una mona, divididos entre 3.427 o el equivalente en pesos colombianos a un euro), entre el precio por unidad en euros en Inglaterra, que es 0,18. ¡Haga el ejercicio con otros países!

 

“Una lámina colombiana se puede cambiar por 0,67 láminas inglesas. ¿Cómo saberlo? Divida el precio por unidad en euros en Colombia, que es 0,12 entre el precio por unidad en euros en Inglaterra, que es 0,18”.

 

Por otro lado, vale la pena recordar que la TCR (Tasa de Cambio Real) permite comparar la capacidad adquisitiva de una moneda. Cuando el indicador es mayor a uno, el ciudadano de ese país puede comprar más bienes y servicios en el extranjero (por ejemplo, un colombiano en Argentina, cuya TCR es 1,16, alcanza un 16% adicional de compras), pero va a tener dificultades en los países con una TCR inferior a uno (por ejemplo, un colombiano en España o Italia, donde la TCR es 0,69, pierde un 31% el valor de su moneda).

Las diferencias en la capacidad adquisitiva reflejan las posibilidades de compra. Y, en este momento, en Europa las láminas de Panini se venden a un precio más elevado, en comparación con Latinoamérica. Así que la frase “en ese lugar no rinde la platica” se puede visualizar en términos de monas: ¡Recuerde que 100 monas colombianas se pueden transar por 67 monas inglesas!

 

Camilo Vargas
Profesor Facultad de Administración, Finanzas y Ciencias Económicas
Universidad EAN