Por Sofia Olaya, Investigadora junior RADDAR CKG.

Colombia ha destacado en los últimos meses a nivel internacional como destino turístico gracias a su abundancia y variedad en recursos naturales, cultura, gastronomía y paisajes, que van desde playas cálidas con aguas cristalinas pasando por nevados y páramos, selvas tropicales e incluso desiertos. Por esta razón, varias ciudades y destinos de Colombia han destacado a nivel mundial, lo cual podría incentivar una mayor cantidad de turismo internacional. Sin embargo, varios hechos recientemente protagonizados por comerciantes en algunas playas del Caribe colombiano han empañado el brillo de las ciudades turísticas, generando una mala reputación que podría echar abajo todo el esfuerzo del sector por procurar y atraer turistas. Además, se podría generar un cuestionamiento sobre por qué algunos colombianos no consideran a Colombia como una opción para realizar sus viajes y para disfrutar del potencial turístico que tienen muchas regiones de la geografía nacional.

Algunos estudios y encuestas realizadas por empresas y portales web destacan a varias ciudades de Colombia y al país mismo en diferentes aspectos. Según el último estudio realizado por monkey.co.uk y compartido por la revista Forbes, Colombia es el tercer país con mayor belleza del mundo, gracias a su paisaje variado y la cantidad de maravillas naturales. Por su parte, Bogotá se constituye como honroso miembro del top 50 de mejores lugares del mundo para 2022 según un listado de Time; esto, gracias a los avances en sostenibilidad especialmente considerando aspectos como las ciclovías y ciclorutas, la oferta gastronómica, el avance en la oferta comercial y cultural y el clima, entre otros factores.

Medellín destacó como la tercera mejor ciudad del mundo en 2022 según una encuesta a 20.000 personas realizada por la revista “Time Out”, donde la gastronomía, el clima y los lugares turísticos fueron aspectos claves, además de haber sido votada como la mejor ciudad del mundo en cuanto a vida nocturna. Además, la misma revista publicó recientemente un listado de las calles “más cool” del mundo, donde Provenza en Medellín ocupó el puesto 15, gracias a su oferta en el sector de la restauración, la música, el paisaje, los comercios y el espíritu. No siendo suficiente con esto, “La Capital de la Montaña” también destacó en los World Travel Awards, (considerados como los “Premios Óscar del Turismo”); allí fue catalogada como el mejor destino emergente en Suramérica y entró a competir en el ranking global. Según el secretario de Desarrollo Económico de la capital antioqueña, es de resaltar todas las nominaciones recibidas en categorías como viajes de negocios, viajes de escapada, eventos y festivales, mejor destino cultural y reuniones y conferencias.

Sin duda, lo expuesto hasta aquí, evidencia, con méritos suficientes, la imagen que proyecta Colombia y sus principales ciudades a nivel internacional, expresando con esto, que todo este reconocimiento puede ser una oportunidad importante para el turismo del país.

No obstante, y a la sazón, han salido a la luz diversas noticias que ofrecen una imagen no tan favorable, ocasionada por los abusos de los comerciantes hacia los visitantes. Entre otros, el caso de un turista mexicano a quien le cobraron seis millones de pesos por un paseo a Barú, o unos turistas de Ecuador a quienes cobraron dos millones de pesos por dos mojarras en el mismo lugar. Pero los abusos no se han enfocado solo en los extranjeros, varios turistas nacionales se han quejado por los altos costos, como el caso de un turista caleño que denunció que le cobraron 400 mil pesos por una botella de aguardiente en Cartagena, o el caso de una turista colombiana a quien le cobraron 250 mil pesos por estar durante tres horas en una playa pública en Cartagena, además de una declaración de la joven en la que afirma “Por eso odio ser turista en mi propio país”, según El Colombiano.

Ahora bien, la importancia del turismo a nivel nacional e internacional se refleja en algunos datos proporcionados por el Informe de Turismo de marzo de 2022 realizado por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Según este informe, durante el primer trimestre del año llegaron 914.882 visitantes no residentes al país lo que reflejó un aumento del 291% frente a 2021 y una caída del 12,4% frente a 2020. De dicho total, 670.386 fueron extranjeros no residentes, 206.711 fueron colombianos residentes en el extranjero, y 37.786 fueron pasajeros en cruceros internacionales. Es importante recalcar que en comparación a 2020, disminuyó la participación de visitantes latinoamericanos a Colombia. Mientras tanto, según el mismo informe, 1’063.878 colombianos salieron del país entre enero y marzo de 2022, de los cuales 730.637 correspondieron a turismo emisor, lo que representó un crecimiento del 134% frente a 2021 y del 30% frente a 2020.

Por otro lado, al revisar la Encuesta de Gasto Interno en Turismo realizada por el DANE, se encuentra que para el primer trimestre de 2022, 2’241.000 personas realizaron turismo interno y/o excursionismo, lo que corresponde al 10,4% de la población total del país. Esta proporción representó una caída frente a 2020 donde el 15,7% de la población realizó turismo interno, y frente a 2019 donde la participación de la población fue del 19,7%. Finalmente, según una encuesta realizada por la Asociación Nacional de Agencias de Turismo en Colombia, el 62% de quienes tienen intenciones de viajar en 2022 se inclina por los destinos internacionales, mientras el 38% prefiere viajar a destinos nacionales, donde destacan los climas cálidos, playas y el ecoturismo.

Lo anterior, pone en evidencia que el turismo debe ser una de las prioridades del Gobierno, ya que Colombia es potencia a nivel regional y mundial, generando empleo y contribuyendo al crecimiento económico del país. Sin embargo, el apoyo no debe enfocarse sólo en inversiones económicas, apoyos a los hoteles y agencias de turismo que se vieron fuertemente afectadas en la pandemia. El país se debe enfocar en mejorar o construir cultura ciudadana, concientizar al colombiano de la importancia y el valor que tiene el país, pues el turista interno es en muchas ocasiones quien más contamina los atractivos turísticos y quien identifica los abusos en los costos de algunos servicios. Además, se debe capacitar al personal en alojamientos, restaurantes, puestos de comida y tours, con el fin de evitar los malos tratos y abusos con los turistas, que se sientan acogidos y satisfechos con el servicio. Finalmente, se debe trabajar en la seguridad de las ciudades, ya que además de los abusos económicos a los turistas especialmente extranjeros, la inseguridad y violencia que se da en el país también pueden dar una mala imagen y disminuir la intención de los viajeros.