Por Catalina Sánchez Caballero – Investigador RADDAR CKG
Estando en temporada de moda, es decir salir de Colombiamoda y llegar a la IFLS, me hace pensar en dos temas que parecen no relacionarse, pero que bajo mi ojo son fundamentales en la industria del vestuario. Puedo decir que el valor agregado, la falta de visión empresarial y el poco conocimiento de los mercados y de nuestros consumidores, es lo que en gran medida está afectando el negocio.
Dicho esto hay que especificar el porqué de esta conclusión. La industria tiene acuñado en su pensamiento que el valor agregado es casi necesariamente, una cosa tangible que va unida al objeto y hace que el consumidor convierta a los cosas en objetos de deseo. Pero es esto lo que más afecta la industria, en un mercado donde cada vez cobra más importancia el tema de experiencias y donde el consumidor conoce más del producto, no podemos solo vender objetos bien elaborados. En definitiva hay que tocar el corazón del comprador y del consumidor.
Es de allí que deduzco que la creación de valor agregado en medio de la cadena productiva o de factores tan particulares, como la identidad de marca, hacen que hoy en día cierto negocio sea más atractivo que otro. Es más un objeto que cumpla con acercarlo a sus aspiracionales, podría ser el elemento clave para mantenerse o entrar en el mercado. Como ejemplo coloco a “AGUA BENDITA”, ellas dos, amigas, que resaltando el sentir caribe de nuestro país, se dieron cuenta que el “Made in Colombia” es algo que llega a su consumidor, sin ser tangible a las manos del mismo.
Pasando al tema de visión empresarial, hago referencia a que no solo perdieron las ganas de diferenciarse, sino que además perdieron de vista a la competencia. La cual estaba tan bien estructurada que entendió que más allá de competir en precio, la diferenciación era algo que repercutiría al mercado. No se dieron cuenta que el valor de mercado y la intención de sentirse únicos era más importante. También olvidaron la importancia de la expansión, creer que porque si se vende bien en 3 puntos, para que abrir más si estos son mis compradores. Esa es su principal diferencia con los chinos, ellos entendieron que abrir mercados es llegar a nuevos clientes y vender más.
La industria también presenta un problema al desconocer a sus consumidores, estos millenialls que con sus modas y brevedad de tendencias no dejan que nada permanezca lo suficiente para generar recordación, han creado en la moda breves momentos, los cuales mejor aprovechados podrían ser los golpes a los chinos. No se trata de producir en igual volumen, sino de mejorar calidad, saber relacionar las preferencias y los gustos en música y comidas dentro de la inspiración es una forma de acercar y conocer mejor a nuestros consumidores.
Otra falencia en la industria es no saber que el tipo de cambio, a pesar de estar caro, podría considerarse un impulso a la industria; ya que las importaciones se redujeron. Con ello la probabilidad que el mercado interno pudiera sustituirlas con mano de obra, es decir, no dejamos convencer que las marcas grandes tienen las facilidades, porque nosotros teníamos el incentivo a lucirnos.
Tal vez desde mis perspectiva al mercado le hace falta mucho por crecer, pero sobre todo le falta entender que su consumidor hoy en día esta educado, que ya no compra por solo por moda, ahora convergen otros aspectos como el tipo de vida, la búsqueda de experiencia, ahorrar tiempo, los cuales son factores que impactan la demanda y al final impactan los negocios de moda.
Siento que la industria debe explorar sus fuertes, es decir, como es posible que el reconocimiento del calzado bumangués no ha sido atesorado o apadrinado por unos pocos para crecer como un cluster, que se nos fidelizara bajo esa premisa. Además de ello esa conexión con las marcas es lo que al final del día nos hace querer comprar más. Porque no mejor aprovechar la superioridad en calidad, la variedad y no el volumen, es lo que nos dará ventaja frente a la industria china de vestuario.