Por Juan Pablo García, Investigador Junior RADDAR CKG.

El 2022 es un año fundamental para muchos sectores, este es el año en el que estamos viendo claramente cuáles son las nuevas dinámicas que nos ha dejado la pandemia del covid-19. Entre aquellos cambios que parece llegaron para quedarse, tenemos el auge de la economía digital, de forma que, según datos de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE) para el primer trimestre del año se registró un total de ventas en línea de 12,2 billones de pesos, esto representa un aumento del 47,6% respecto al primer trimestre del año pasado y un aumento del 109,5% respecto al mismo trimestre del 2020.

Es cierto que parte del crecimiento en el valor de las ventas en línea se puede explicar por efectos postpandemia, entre los que cabe mencionar la llamada crisis de los contenedores, estos han provocado un fuerte aumento en el nivel de precios de los bienes comprados por internet. Aun así, si observamos el comportamiento del número de transacciones, y podemos ver una tendencia creciente que puede llegar a posicionar al comercio electrónico como un canal fundamental que será cada vez más determinante para que las empresas puedan crecer.

Gráfica 1: Número de transacciones aprobadas de las ventas en línea Colombia primer trimestre 2019 – 2022

Fuente: Construcción propia a partir de los datos del informe trimestral de comportamiento del comercio electrónico de la CCCE

El aumento que ha presentado el comercio electrónico puede explicarse dada la ampliación de la cobertura nacional del internet, resultado de la acelerada transformación digital que se vivió a nivel mundial como resultado de las medidas de aislamiento, es así que según datos del Reporte Global Digital publicado por We Are Social en colaboración con Hootsuite, Colombia paso de 32.1 millones de usuarios conectados a internet en enero de 2019 a contar con 35,5 millones de usuarios para enero de 2022, esto representa una penetración de este servicio en el 69,1% de la población. Pero, si entramos a mirar en detalle como es el acceso a internet al interior del país podemos darnos cuenta rápidamente que existe una gran brecha entre los que se suelen denominar departamentos rurales y los grandes centros urbanos.

Gráfica 2: Hogares con acceso a internet por departamentos 2020 vs 2021

Fuente: Construcción propia a partir de los datos de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida del DANE

Relacionado al crecimiento del comercio electrónico y la transformación digital también encontramos el auge de nuevas modalidades delictivas. El ciberdelito se ha convertido en una de las tipologías criminales con mayor crecimiento en Colombia, siendo que para el primer semestre de 2022 las cifras de ciberdelitos denunciados ante la Fiscalía General de La Nación sumaban un total de 29.778 denuncias, lo que representa un incremento del 8,3% frente al primer semestre del 2021.

Entre los principales vectores de ataque a los que están sujetas tanto los consumidores como las empresas se encuentran la ingeniería social, el phishing, el vishing, entre otros. Estas técnicas se basan principalmente en la manipulación de los usuarios mediante el engaño, en estas los atacantes suelen hacerse pasar por una persona o una empresa con el objetivo de ganar la confianza de la víctima y de esta manera poder obtener información delicada con la cual estafar a las personas y obtener un beneficio económico.

Es entonces en este escenario en el que nos encontramos hoy en día, en donde es común encontrarnos con nuevas propuestas como la del metaverso planteada por Marck Zuckerberg, que es natural que los consumidores queden perplejos ante los cambios gigantescos que da la industria. Por esta razón, es de gran importancia que tanto el sector empresarial como el Gobierno Nacional busquen superar los retos que presenta la economía digital en términos de seguridad y accesibilidad para el país, construyendo la confianza de los consumidores la cual es necesaria para impulsar el consolida miento de un ecosistema digital cada vez más robusto.