Manuela Herrera Parra
RADDAR CKG
Desde pequeños nos hemos acostumbrado a que las películas que vemos empiezan con el símbolo de Warner Bross, la canción de 20th Century Fox, el castillo de Disney, el león de Metro Goldwyn Mayer o más recientemente la lámpara parada sobre la I de Pixar. Esto debido a que antes no habían muchas opciones para escoger y la que ha liderado y lidera el sector de la producción de películas alcanzaba para cubrir satisfactoriamente nuestros “deseos cinematográficos”. Por lo tanto decidimos abrirle nuestro corazón y nuestra fidelidad al producto norteamericano, lo que hizo que nuestros gustos se centraran en este y solamente en este.
Hoy en día hay un poco más de variedad en cuanto a las ofertas de películas pues podemos ver producciones de Europa, India, Asia, Latinoamericanas, etc. que han dado un poco más de dinamismo al mercado. Sin embargo el poder de las productoras de Hollywood a nivel mundial sigue siendo mucho más grande que las de los diferentes países y la del nuestro no es la excepción.
Colombia ha intentado fortalecer la industria cinematográfica pero se ha encontrado con el gran problema de que muchas de sus películas, no logran atraer la cantidad necesaria de espectadores a las salas para cubrir si quiera la inversión del proyecto. Por lo tanto y a pesar de que el Gobierno ha incentivado su crecimiento, todavía este sector sigue siendo muy débil para sostenerse por sus propios medios.
¿Pero por qué es tan difícil? Principalmente es porque a los colombianos no les atrae las películas nacionales. No les llama la atención invertir tiempo ni dinero en ellas porque no creen recibir una recompensa satisfactoria. Están acostumbrados desde pequeños a suplir sus “deseos cinematográficos” con lo extranjero que nos llama la atención. Y al no querer atreverse a probar las experiencias regionales, no gastan en estas producciones que tanto necesitan de su apoyo. Por esto, no es muy rentable el negocio. Si bien en el 2015 aumentó la asistencia a películas colombianas con respecto al 2014, esta solo representa el 5,86% de la del total nacional; y de las 36 películas que se estrenaron, solo 6 lograron llevar a más de 100.000 espectadores a las salas. Así pues, al cine colombiano le hacen falta consumidores.
Por lo anterior, y teniendo en cuenta que las producciones nacionales no tienen la misma inversión en mercadeo y publicidad que las extranjeras porque no cuentan con los mismos recursos (lo cual también afecta la falta de visitas a películas colombianas) y que es muy importante el apoyo que el gobierno les da para estos temas, igualmente es necesario abrir espacios donde las personas se puedan empezar a acostumbrar al Cine Nacional. Lugares que les den la oportunidad de atreverse a ver las producciones para poder comenzar a educar al consumidor de Cine colombiano, al mostrarle que también tiene oportunidades de entretenimiento en ellas.
Por ejemplo, teniendo en cuenta el interés que tiene el gobierno para ayudar a la industria, en los colegios se pueden hacer campañas en dónde ciertas clases se puedan apoyar de películas nacionales. Otra alternativa es ofrecerle al público salones donde se proyecten estas producciones colombianas que han sido ya estrenadas como lo hacen en las UVA´S1 en Medellín para los niños y adolescentes de los diferentes barrios. A pesar de que la finalidad de este proyecto es entretener a la comunidad, se puede aprovechar esto para lograr el objetivo de mostrarle al público, la calidad de productos que acá también se tienen. O tal vez se puede pensar en modificar la experiencia de ir a Cine pero con el fin de motivar cada vez más a que las personas vean nuestros proyectos y que luego cuando vayan a los teatros, tengan dentro de sus opciones las películas colombianas. Es decir, lugares dónde por consumir alguna cerveza, o una comida en un ambiente más familiar tengan la posibilidad de ver un filme nacional. Si bien lo anterior no es algo gubernamental, se puede pensar en la promoción de esos espacios por parte del sector cinematográfico pero con el cuidado necesario de que estos se conviertan en un apoyo al Cine y que no vayan a entrar a competir con él, entre otros.
En conclusión, para pensar en una industria nacional cinematográfica más robusta, se debe pensar en la manera de cautivar al consumidor de cine colombiano, pues este a la larga es el que le dará la posibilidad al sector de crecer y sostenerse para convertirse en un motor que ayude a impulsar la economía.
- UVA: Unidad de vida artículada. “Las Unidades de Vida Articulada “UVA”, son intervenciones urbanas ubicadas en los barrios de la ciudad para el encuentro ciudadano a través del fomento de prácticas deportivas, recreativas de actividad física saludable; manifestaciones culturales y la promoción de espacios para la participación comunitaria” (http://www.inder.gov.co/index.php/Escenarios/Unidades-de-Vida-Articulada-Comunidad-UVA/)