Por: Juan Pablo Sánchez

Gerente de Operaciones RADDAR – CKG

En los últimos años Raddar CKG ha tenido la importante tarea de entender de  manera clara y concreta lo que está pasando con los gastos de los hogares; cómo se comporta y qué reacciones tiene el bolsillo de los colombianos frente a los cambios coyunturales que se han presentado en las distintas situaciones económicas y culturales que se ha vivido el país.

Este 2016, que sin lugar a dudas, ha sido un año particularmente distinto a los últimos por las condiciones económicas que se han presentado, tales como: el alza de la inflación y el dramático incremento en el precio del dólar que ha perjudicado de manera importante nuestra balanza comercial, ya que ha traído consigo el aumento de los precios en algunos  productos básicos de la canasta familiar. Todo esto ha dejado ver claramente una  contención de compra de los hogares atribuida a una sensación de miedo e incertidumbre que no les permite gastar tranquilos.

Para entender de una mejor manera, los hábitos de los hogares colombianos en cuanto a sus gastos, tenemos que empezar a observar que  todos los meses (una o dos veces) dependiendo del caso de cada persona, la mayoría de colombianos recibimos el pago de nuestro salario, y  es ese preciso momento en donde da inicio toda la actividad económica importante de los hogares, la que conocemos como la batalla del bolsillo, que es básicamente una guerra de prioridades y responsabilidades que  tienen como fin organizarse y distribuirse de la mejor manera para que las familias puedan tener  un estándar de calidad de vida óptimo durante el mes.

La actividad económica de los hogares, como podemos apreciarlo en esta gráfica, inicia cuando los hogares reciben su remuneración, sobre la cual ya tienen comprometido  un 82% en el pago de deudas, y compras frecuentes que son básicamente las que conocemos como básicas: alimentación y vivienda.

Para poder entrar en el detalle de cómo se comporta el gasto de los hogares por categoría, tenemos que revisar a mi juicio la primera variable macroeconómica de suma importancia para los hogares:

La inflación viene marcando sin lugar a duda un patrón determinante en el momento del gasto, sobre todo si le sumamos a esto que el 45% de la inflación causada en los últimos meses fue gracias a los precios de los alimentos que hacen parte de ese 82% de los gastos frecuentes. La realidad de los alimentos en los hogares no ha  sido fácil en los últimos meses, debido a que pasamos de una asignación que en promedio era del 30% en alimentos a una participación cercana al 34% para agosto de 2016.

Los datos de RADDAR nos confirman claramente que el cambio de entorno de los últimos 20 meses ha generado que el bolsillo y la dinámica del gasto se haya reasignado, es decir, los hogares luchan por mantener estable su canasta alimenticia quitándole participación a categorías en las cuales no tienen la necesidad de hacer compras mensuales como lo es el caso de vestuario.

El vencedor de todo este cambio de reglas ha sido la categoría de Entretenimiento, mayormente en servicios, la cual pasó de tener una asignación promedio de gasto del 2,5% hace 10 años, a tener hoy en día el 3,5% de gasto de los hogares, que en porcentaje puede no ser diferencial, pero en dinero, ha sido un incremento del 99% tanto así que los hogares en lo que va corrido del año acumulan gastos en esta categoría cercanos a los 13 billones de pesos cifra similar a lo que han gastado en salud los hogares este año.

Es claro que las condiciones económicas que hemos mencionado han modificado el gasto de los hogares en varias categorías como ya lo hemos visto, el hecho de modificar no quiere decir que los hogares no tengan dinero, y bajo esta afirmación la categoría de entretenimiento aprendió que debe disputar la atención de los consumidores mientras las otras categorías les informan  que sus productos están más caros, que tienen pocas existencias y demás alarmas que le están generando al público.

En general, los hogares si tienen dinero y no están tan mal como en el ambiente se hace saber, lo que realmente los hogares sienten que está mal, es la economía nacional mientras que su micro economía va perfecta, ejemplo de esto es que los últimos meses de este 2016 los hogares mostraron  una reducción importante en el tamaño de sus créditos, han entendido que lo que esta costoso son los productos que no me brindan gran satisfacción, los denominados frecuentes o comunes, mientras que entretenimiento con su gran variedad de servicios  como viajes, turismo, bares, eventos deportivos y culturales, no están siendo tan golpeados por el efecto de inflación, o que simplemente son categorías que el colombiano no negociará porque le brindan grandes niveles de satisfacción con desembolsos pequeños que puede hacer de forma recurrente.

Por último, es bueno sentarnos a pensar lo que viene para los hogares en estos últimos 4 meses que quedan del año, y para esto debemos pensar que puede pasar con las variables económicas que  pueden afectar el gasto de los hogares, y esperamos  que la inflación se ubique en rango del 5% al 6% dejando ver con esto que los hogares en el caso particular de alimentos van a poder comprar más unidades con un menor costo y no al contrario como ocurrió durante este primer semestre en algunos productos. El empleo, sin lugar a duda mejorará durante estos próximos meses ya que veremos más oportunidades en el sector público en los diferentes municipios y departamentos como  consecuencia de los nuevos mandatos.

La temporada de fin de año dejará ver, desde mi punto de vista un efecto manada en la compra de productos durables, esto porque los hogares ha tenido que postergar dichas compras por el aumento del dólar, pese a que el dólar está más alto que hace un año, éste ya se encuentra estabilizado en los 3 mil pesos y de ahí será difícil que se mueva por un largo tiempo, por otro lado el tema de la reforma tributaria pude disparar la compra de estas categorías ya que la gente entenderá que si no las compra este año el próximo año estos productos tendrán un IVA mucho más alto y deben aprovechar dicha oportunidad.