Por Beatriz Estefanía Jiménez Aguirre – Investigadora RADDAR CKG
El título de esta publicación, es la típica frase que escuchamos en casa cuando le pedíamos algún permiso a nuestro padre y habla mucho de cómo se entienden las cosas en este país, y a decir verdad, en muchos países de Latinoamérica. Si bien es cierto que en la historia se ha hablado de una sociedad más bien machista; la realidad es que el hombre ha mostrado su “poder” de puertas para afuera. Dentro de la casa (en la mayoría de los casos), las decisiones, sobre todo referentes a los hijos, estaban en las manos de mamá. Entonces, no sorprende que sea más popular el día en el que se celebra a las madres que el de los padres; mientras que el 74% de colombianos encuestados en las principales ciudades afirmó celebrar el día de la madre, en el caso de los padres, la cifra llega muy con las justas al 51% (ConsumerTrack, Raddar, 2019).
Cabe recalcar que esto no es una cuestión de que “la platita se gastó en el día de la madre”, como bien sabemos llega junio con quincena, pago de la prima, y, como si fuera poco, este año en particular, la Copa América. Definitivamente, estos eventos pudieron ayudar a impulsar el comercio en el día del padre, pero como ya se ha visto, no todo es cuestión de dinero: queda el 43% que dijo no celebrar esta fecha y el 6% que aún no lo tenía claro cuando se le preguntó. Además, de aquellos que dijeron celebrarla, solo el 47% aseguró que tenía la intención de realizar un regalo.
Con participaciones por encima del 50%, son las personas solteras y las casadas las que más afirmaron celebrar el día del padre, con valores de 54% y 61% respectivamente. Dentro del grupo de solteros, sobresalen por excelencia los Zetas y los Millennials, mientras que en el caso de los casados, se tiene en primera instancia a los X, seguidos de los Boomers y posterior a estos, nuevamente los Millennials. Adicional a esto, es importante recalcar que influye el hecho de vivir con las personas a las que se les celebra la fecha.
Así por ejemplo, de aquellos colombianos que presentaron una intención de regalo, el 72% de quienes viven con su papá, mencionaron que le realizarían un regalo, mientras que, para quienes viven sin su padre, el porcentaje llegó apenas al 20%. Se esperaba que pasara lo mismo en el caso de los esposos, por el alto grado de celebración de los casados. No obstante, este no fue el caso. A penas el 21% de quienes viven con su esposo, dijeron realizarle un regalo por el día del padre. Claro está que estar casados no los excluye de tener hijos y realizar regalos no es la única forma de celebrar este día.
Si se revisa con detenimiento, en las actividades realizadas para conmemorar el día del padre la comida gana; bien sea dentro o fuera de la casa, y eso ocurre sin importar la edad ni la generación. Lo que sí, la comida en restaurante toma fuerza
Esta generación ya fue mencionada con antelación al tener las mayores participaciones de la celebración, lo que les da una creciente importancia y ciertamente suscita muchas dudas. ¿Pero por qué los Millennials? Por un lado, junto con los Zetas son una de las generaciones que más continúa viviendo con sus padres, aunque no en todos los casos están solteros. La cuestión es que cada vez, más Millennials llegan al mundo laboral, lo que en cierta medida les da una independencia económica y así, pueden disponer de sus propios bolsillos para este tipo de gastos.
Antes de terminar, vale la pena enmarcar que si bien los Millennials son de los que más viven con sus padres, este comportamiento se da de manera más preponderante en el caso de la convivencia con las madres (esto, no solo es cuestión de esta generación, de hecho en los Zetas, la relación es más potente). Esto puede ser un factor que, junto con el componente cultural y el grado de involucramiento de los padres en sus hogares, lleva a que el día del padre con prima, copa, quincena, y demás, se celebre menos que el día de las madres, o sino “pregúntele a su madre”.