Quinto, sexto, séptimo día que dejan solo a Ucrania escondiéndose detrás de condenas, oraciones y sanciones. ¿Cuál es el miedo, que el daño en Estados Unidos y Europa sea mayor si realmente hay una “acción contundente y definitiva” contra Rusia como lo anunciaban sus líderes?

¿Miedo por los daños colaterales a la economía y al estadounidense promedio? ¿A cuál estadounidense? ¿Al asalariado de Cincinnati o Detroit ahogado en deudas que se emborracha los fines de semana para tratar de escapar de la esclavitud de su trabajo? ¿Al que quiere echar gasolina barata para manejar su enorme camioneta al shopping mall como único plan de diversión y aprovechar las promociones? ¿A la madre soltera que tiene tres trabajos para sostener a su familia y no le alcanza para pagar su medicina y la de su hijo diabético? ¿A la joven que quiere usando su tarjeta de crédito en Amazon para esconder su soledad y angustia con cosas que no necesita? ¿Quiénes son los que tanto sufrirían?

“Nos jodemos todos si Biden decide enviar tropas y se mete en Ucrania”, me dicen varios amigos. ¿Más, jodernos cómo? ¿Tanto estamos dispuestos a aguantar o dejar pasar para proteger nuestra libertad de consumo? “La libertad tiene un precio”, repitió Biden en sus últimos discursos, ¿a qué libertad hacía referencia? ¿Cuál es esa libertad por la que vale la pena todo esto?

“Hay que dejar que Putin haga lo que le de la gana esta vez”, insisten mis amigos. Pero Putin viene haciendo lo que le da la gana desde hace mucho. En el 2013 se tomó Crimea, ahora se toma Ucrania y dice abiertamente que los límites de Rusia son los de la antigua Unión Soviética. Seríamos muy ingenuos si seguimos creyéndole. Lo más probable es que siga con Georgia, Moldova, Lituania, Latvia, Estonia, Armenia y Azerbaiyán, entre otros. Todo un ejemplo a seguir para China que reclama Taiwán. Esto sí sería un costo muy alto para millones de personas. A lo mejor hay que asumir el costo hoy y prevenir que se agrande el enemigo. Pero eso no trae votos en las próximas elecciones.

Si Putin se mete en Ucrania, no creo que las amenazas sean igual de creíbles cuando invada Kazakstán, Kyrgyzstán o Tajikistán. La palabra de Biden se pulverizó, se ahogó entre tantas que ha dicho durante las últimas semanas contra Putin. Tantos lugares comunes, condenas, oraciones, bravuconadas, advertencias, ultimatos. Tantas alarmas del ‘inminente’ ataque ruso, advertencias sobre la respuesta ‘rápida y severa’, tantas palabras que se terminaron reduciendo a sanciones flojas, descordinadas y confusas que se “verán en un mes” y Putin está acostumbrado a navegar.

“¿Qué pasa mientras tanto? Rusia se está tomando Ucrania mientras que nosotros hablamos y el mundo lo ve pasar”, preguntó Cecilia Vega, corresponsal para ABCNews en la rueda de prensa de la Casa Blanca, después del anuncio de las sanciones.

Daleep Singh, Asesor Nacional de Seguridad Adjunto respondió: “Mire, no podemos dictar las acciones de Putin, lo que sí podemos hacer es lo que está en nuestro control y asegurarnos que esto sea un fracaso estratégico para Rusia. En el curso del próximo mes lo que ustedes pueden esperar es que haya un círculo negativo en los mercados rusos. Ustedes verán un récord en fuga de capitales, verán una moneda más debilitada, verán una inflación más alta y menos poder adquisitivo, verán menos inversión…”

En un mes…. Para entonces Ucrania ya estaría ocupada por los rusos como tememos todos. En un mes millones de refugiados estarán buscando trabajo en Polonia, seguirán buscando comida y un techo donde pasar una noche sin frío. Estarán tratando de encontrar y comunicarse con padres, hijos y hermanos que se tuvieron que quedar en Ucrania peleando solos contra el poderoso ejército ruso. En un mes, todavía se estarán buscando los cuerpos desaparecidos entre los escombros de los bombardeos. Un mes para ver los efectos de las sanciones a elites rusas mientras que los ucranianos le roban horas a Putin defendiendo Kiev y piden a gritos armas, munición, medicamento, comida, luz y resguardo para aguantar la asonada y el bombardeo. ¿Dónde estarán esos civiles armados ucranianos en un mes?

Ucrania es lo de menos.

Acá va una lista de lo que piden los manifestantes ucranianos en Washington:

1) Urgente apoyo militar incluyendo sistema de escudo aéreo y mucho más apoyo en equipos de defensa.

2) Condenar a Putin en las cortes internaciones y adoptar procedimientos para sentenciarlo de crímenes contra la humanidad.

3) Revelar a los ciudadanos rusos datos bancarios e inteligencia sobre las elites políticas y económicas.

4) Bloquear a Rusia del SWIFT

5) Bloquear aerolíneas, navíos, empresas de transporte y acceso a puertos para empresas rusas.

6) Congelar las ventas internacionales de las empresas rusas

7) Suspender las comunicaciones del gobierno ruso en las redes sociales.

8) Imponer sanciones personales en políticos y oligarcas rusos.

9) Reducir la calificación crediticia de Rusia y las empresas rusas hasta el nivel ‘basura’.

10) Imponer un precio de 10 dólares por barril para la compra del petróleo ruso.

Dato curioso: El presidente ucraniano, Volodomir Zelensky, es judío. Sin embargo, Rusia y la ‘izquierda’ que apoya la invasión de Putin argumenta que su guerra contra Ucrania es para salvarlos de los neonazis y los drogadictos. (En campaña presidencial atacaban a Zelensky por drogadicto) Ya no saben qué inventarse para justificar y defender a Putin.

Ps: Esto es lo que durante días antes del ataque dijo el ‘periodista’ Tucker Carlson, en su programa de televisión que ven 4 millones de estadounidenses diariamente:

“Para que quede registrado, me opongo completamente a las sanciones y no creo que nos deberíamos ir a la guerra con Rusia y deberíamos tomar el lado de Rusia contra Ucrania, ese es mi punto de vista. ¿Por qué es desleal apoyar a Rusia y leal apoyar a Ucrania? ¿Por qué apoyaríamos a Ucrania y no a Rusia? Estoy totalmente confundido”.

Ayer tuvo que salir a retractarse. Que no, que él no apoya la guerra…

https://twitter.com/i/status/1497370993450536962