Además de la dimensión deportiva del encuentro entre colombianos y ecuatorianos, es importante destacar el comportamiento fraterno de los aficionados de ambas selecciones que estuvimos presentes en el estadio. En particular, el gesto de los actos protocolarios es una evidencia clara de las intenciones absolutamente pacíficas de dos pueblos hermanos. Aunque nuestros presidentes siempre aseguran que el sentir popular es la base de sus decisiones, el distanciamiento que ya completa año y medio de afrentas de uno y otro gobierno no coincide con la opinión ciudadana que antepone los lazos de unidad que han existido históricamente a coyunturas personalistas.

Esta situación hace manifiesta la necesidad de contar con mecanismos de expresión ciudadana que permitan hacer frente a decisiones de carácter jerárquico. Para ello, los gobiernos locales constituyen un escenario de deliberación ciudadana alrededor de los retos de política exterior que trascienden las fronteras trazadas por los acuerdos de carácter nacional. Por ejemplo, la promoción de alianzas en asuntos cruciales de desarrollo local como la cooperación internacional, el turismo, la educación y la cultura, entre otros, representan áreas de trabajo en las que se pueden alcanzar acuerdos que permitan ensanchar el marco de la política exterior nacional.  En este sentido, ciudades y regiones de nuestro país tienen un camino por explorar con el fin de lograr arreglos legítimos de intercambio social, económico y cultural con otras ciudades y regiones del mundo.  

Por fortuna, el tono de las declaraciones tanto de Correa como de Uribe ha cambiado y, con base en hechos ciudadanos como los del pasado sábado, es posible vaticinar que estamos cerca de escuchar una declaración bilateral que permita reanudar la normalidad de las relaciones entre dos naciones que se necesitan mutuamente. No obstante, los territorios colombianos con cercanía cultural, comercial o geográfica con Ecuador y otros países, están llamados a profundizar la política exterior local con el fin de ampliar las posibilidades de desarrollo.