Las 471 hectáreas que componen la denominación de origen Puente Alto, de la Viña Concha y Toro, le han dado los más grandes reconocimientos a la bodega chilena que este año escogió a Bogotá para lanzar en toda la región las nuevas cosechas de su emblemático vino Don Melchor y del nuevo Marqués de Casa Concha Heritage.
Durante los almuerzos y cenas organizados para líderes de la industria de distintos países de Sudamérica, Enrique Tirado, CEO y Director Técnico de Viña Don Melchor; y Marcelo Papa, Director Técnico de Concha y Toro, también dieron a conocer en exclusiva un adelanto dela cosecha 2021 de Don Melchor, la cosecha número 35, y de Marqués de Casa Concha Heritage, un tributo al legado de Concha y Toro en el valle del Alto Maipo.
Todas las cosechas de Don Melchor, desde la primera en 1987, han sido premiadas y reconocidas por la crítica mundial. Con su añada 2018 logró el puntaje perfecto de 100 puntos entregados por el reconocido crítico norteamericano, James Suckling.
Su cosecha 2020, que ya se encuentra en el mercado nacional, está compuesta de 92% de Cabernet Sauvignon, 6% Cabernet Franc, 1% de Merlot y 1% de Petit Verdot, y pasó 15 meses en barrica de roble francés, 71% nuevas y 29% de segundo uso.
“La oportuna cosecha en la vendimia 2020 nos permitió tener vinos de excelente calidad. Vinos de muy buena concentración y madurez, manteniendo la frescura y viveza en las diferentes parcelas de Cabernet Sauvignon, vinos equilibrados y enérgicos, con texturas refinadas, llenos de diferentes expresiones de aromas y sabores que nos permitieron crear un gran Don Melchor 2020” comenta Enrique Tirado.
Marqués de Casa Concha Heritage, uno de los más recientes lanzamientos de Concha y Toro, es un ensamble tinto que expresa fielmente el terroir de Puente Alto. La cosecha 2020 de este vino está compuesta por 84% de Cabernet Sauvignon, 12% Cabernet Franc y 4% Petit Verdot, cuyo resultado es un vino de taninos firmes, madera bien integrada, gran cuerpo, balance y tensión.
“Marqués de Casa Concha Heritage es un vino que refleja la elegancia del viñedo El Mariscal ubicado en Puente Alto y que encarna toda la herencia de ese origen, pero con un sello distintivo y nuevo”, explicó Marcelo Papa, director técnico de Concha y Toro.
Durante el lanzamiento tuvimos la oportunidad de hablar con Marcelo sobre los consumidores de hoy y cómo ha cambiado la forma de apreciar el vino en Colombia y el resto de la región.
¿Cuál es su percepción del consumidor de hoy?
El consumidor ha cambiado. Y ha cambiado mucho. Inicialmente, 20 o 30 años atrás, todos los productores de vinos introducían sus bebidas al mercado y la gente estaba dispuesta a tomar vino quizás un poco más barato. Lo que hemos visto es que lentamente hemos migrado hacia productos de mejor calidad por los que los consumidores están dispuestos a pagar un poquito más. Toman un poco menos, pero de mejor calidad. Y no hablo solo de calidad per se, si no de la calidad conectada por un lugar.
¿Eso qué significa?
Es decir, yo me estoy tomando un vino que se dónde se produjo, de dónde viene. Y eso es algo que yo he venido viendo. Antes era como “¡ah! voy a tomar vino porque es trendy”, hoy es más “me voy a tomar un vino de calidad y lo quiero conectar con un lugar. No quiero que ese vino sea una mezcla gigantesca de todos lados. Quiero saber de dónde viene lo que estoy probando”.
Deduzco que entones hay una mayor educación del consumidor en materia de vinos…
Es un proceso en el que siguen conviviendo los dos mundos, pero hay una migración de ese consumidor que se inició con vinos que no tienen una denominación de origen muy específica, y que hoy quiere ir avanzando y descubriendo un poquito más.
¿Y cómo asume Concha y Toro estos cambios?
Como una bodega grande tenemos vinos como Casillero del Diablo, que son mezclas grandes. Si compras una botella de Chardonnay, de Cabernet o de Merlot estás tomando una mezcla de Chile, son muchos viñedos de muchas zonas las que están ahí mezcladas, entonces si te quieres tomar un vino puedes escogerlo, es rico, lo vas a disfrutar, pero sabes solamente que viene de Chile. Es un poco como lo que sucedía al principio con el café colombiano.
Pero hay unos consumidores que quieren ir por más, tener esas conexiones con el origen y conectarse con lo local, y aquí entran estos dos vinos que estamos lanzando hoy en Bogotá.
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