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En la economía digital de esta era, las pymes sienten una enorme presión. Desde arriba, las grandes empresas jalan la cuerda con ejemplos meritorios de transformación digital. Desde abajo, los competidores succionan la tubería buscando aumentar los ingresos y la cuota de mercado.
Sin importar su segmento, la gran mayoría de pymes utiliza alguna solución digital para gestionar la contabilidad, las cuentas por pagar, la tesorería y las ventas.
“El 90% de las pymes usa algún tipo de solución digital incluyendo Excel. El 10% restante no utiliza ningún otro medio”, dice Juan José Uribe un ex asesor de MinTIC y consultor independiente que le dio por llevar a la nube estos procesos y ofrecerlos en la modalidad ‘as-a-service’.
El servicio –que lleva por nombre ‘Loggro’– incorpora una serie de módulos que pueden utilizarse mediante un navegador web, lo cual evita la instalación de software en los computadores del cliente.
¿Un software de ERP en la nube? Le pregunto a Uribe con tono escéptico, como si no tuviera nada de novedoso.
Ante la duda, sale al paso: “Hay que tener cuidado, ya que estar en la nube no es solo tener acceso remoto a una solución”.
Acto seguido invoca su principal argumento técnico: “Loggro fue creada desde cero para la nube. Eso significa que –al contrario de otras soluciones- no tuvimos que adaptar ni migrar ningún software de gestión empresarial heredado para que funcionara virtualmente”.
Tal apreciación es justificada ya que tradicionalmente los sistemas para planeación de recursos empresariales vienen del mundo ‘terrenal’. Eso significa que han tenido que adaptar su interfaz para que se ejecute desde un navegador. Aún así, siguen comportándose como una aplicación cliente-servidor.
ERP HEREDADO VS. CLOUD
“Esa modalidad conlleva grandes cargas administrativas, de implementación y de soporte que se eliminan utilizando un ERP en línea vía web”, prosigue este ingeniero de sistemas de la Universidad de Los Andes, quien es claro en afirmar que: “El proceso de implementar un software de gestión empresarial puede costarle a una pyme un ojo de la cara.”
“El 90% de las pymes usa algún tipo de solución digital incluyendo Excel.»
Por bien que se planifique un proyecto, los vendors se toman como mínimo cuatro meses de consultoría haciendo el montaje de la solución, la cual no baja de $60.000.000 en el mejor de los casos. Una cifra que puede erosionar gravemente los recursos de cualquier emprendedor o pequeño negocio.
Con las aplicaciones ERP instaladas en el PC (en sitio) ocurre algo similar pues no se actualizan continuamente, mientras el soporte y la gestión de cambios tienen grandes matices en costos y despliegue.
Con un ERP cloud, solo se requiere acceso a internet y un navegador como Chrome o Safari. Las actualizaciones son automáticas y el soporte es online.
IMPLEMENTACIÓN
“Con Loggro, el tedioso proceso de ‘implementación’ desaparece”, prosigue Uribe López. “En su reemplazo, un wizard (con menús y check-lists) permite que los clientes parametricen paso a paso la información de su negocio. En solo 4 horas la solución queda lista para usarse.”
Con un ERP cloud, solo se requiere acceso a internet y un navegador como Chrome o Safari.»
Así las cosas, una pyme puede correr sus procesos de compras, inventarios, nómina, impuestos, cuentas por pagar y facturas pagando una cuota que raya en lo absurdo: desde $60.000 mensuales para 2 usuarios y 100 facturas.
Gracias a su estrategia de costos moderados, Loggro ya tiene 1.200 usuarios activos que pertenecen a 120 clientes. Todos ellos generan más de 40 mil facturas mensuales online en 14 ciudades colombianas.
Hasta antes de la aparición de la computación cloud, las organizaciones adquirían los recursos de TI bien fuera desarrollándolos internamente o adquiriéndolos con un proveedor externo.
Hoy las pymes tienen la posibilidad de utilizar a la tecnología como un servicio por demanda y de forma tercerizada a unos costos plenamente pensados a su escala.
Además de garantizarles la continuidad de los servicios, las aplicaciones ERP en la nube como Loggro, habilitan a los pequeños negocios a pagar solo por lo que usan, ni más ni menos.
