Cómo el Rescate Financiero Acabó con los Préstamos — y Cómo Algunos Estados Planean Restablecerlos

 

Los bancos de Wall Street han recortado sus préstamos a los pequeños negocios… [por] más del doble de la reducción de los préstamos en general […] las opciones de pequeños negocios sólo siguen desapareciendo.

Elizabeth Warren, Presidenta del Grupo de Supervisión del TARP (Troubled Asset Relief Program) del Congreso

 

El rescate a Wall Street de 2008 ha alterado radicalmente el negocio bancario. El rescate tenía la intención de mantener el flujo del crédito hacia Main Street (la economía real), pero ha terminado teniendo el efecto contrario. Los pequeños y medianos negocios tradicionalmente han sido los principales motores para aumentar el empleo, y necesitan el crédito bancario para su capital de trabajo; pero hoy, el crédito a los negocios locales se ha desplomado prácticamente en todas partes.

 

Es por esto que tantos estados —el total es ahora de 14— están considerando la posibilidad de pasar a los bancos estatales para obtener de nuevo el flujo del crédito local.

 

El Rescate que Olvidó a Main Street

 

El colapso del crédito de septiembre de 2008 fue provocado por las actividades especulativas de gigantescos bancos de Wall Street. Estos bancos derrochadores, que habrían ido a la quiebra sin el apoyo federal, han salido de la crisis más grandes y poderosos que antes. El gobierno federal ha apoyado y subsidiado la consolidación de los bancos, resultando en la eliminación de más de un millar de bancos comunitarios vía toma de control o quiebra.

 

Los cinco mayores bancos ahora tienen el 40% de todos los depósitos y el 48% de los activos bancarios. Estos bancos —Bank of America, Wells Fargo, JPMorgan Chase, Citigroup y PNC— ​​en la actualidad controlan más depósitos que los siguientes 45 bancos juntos.

 

Son grandes, son poderosos, y han perdido el interés en los préstamos locales. En los últimos tres años, los cuatro mayores bancos han reducido sus préstamos a pequeños negocios en un 53%. Los dos bancos que fueron los mayores receptores de fondos del TARP (Troubled Asset Relief Program — Programa de Alivio para Activos en Problemas), Bank of America y Citigroup, han reducido los préstamos locales en un 94% y 64% respectivamente.

 

¿Por qué? En 2010, los seis mayores holdings bancarios obtuvieron un total de 75 mil millones de dólares, y de estos, 56.000 millones provinieron de ingresos por operaciones de trading —especulación en derivados, futuros, commodities y divisas. Si los bancos ‘demasiado grandes para quebrar’ ganan en estas apuestas, lo hacen a lo grande y pueden embolsarse las ganancias. Si pierden, el gobierno federal puede ser invocado para rescatarlos. Bajo estas cómodas circunstancias, ¿por qué prestarle a riesgosos pequeños negocios que podrían ir a la quiebra, o a propietarios de viviendas que podrían entrar en moratoria?

 

¿Por qué los Bancos no Otorgan Préstamos Locales?

 

Otra ventaja del plan de rescate que le ha puesto un torniquete a los préstamos locales, incluye a las tasas de interés. La Reserva Federal bajó la tasa de fondos federales (Fed funds rate — la tasa a la cual los bancos se prestan unos a otros) a un muy bajo 0% a 0.25% por ciento. Fue un muy buen negocio para los grandes bancos, demasiado bueno para ser desperdiciado en los préstamos locales. Como Dirk van Dijk, quien escribe para el sitio web para inversionistas Zacks.com, explicó en abril de 2010:

 

Mantener bajas las tasas a corto plazo, debe ser bueno para el mercado de valores, y es particularmente útil para los grandes bancos como Bank of America (BAC) y JPMorgan (JPM). Su materia prima es dinero a corto plazo, que es efectivamente gratis ahora mismo. Pueden obtener préstamos por el 0.25% o menos, y luego dar la vuelta e invertir esos fondos en, por ejemplo, un Título del Tesoro a 5 años al 2.50%, asegurando una ganancia del 2.25% casi libre de riesgos.

 

Para sumas de dinero considerables, esto puede ser muy rentable, y ayudará a recapitalizar el sistema bancario (siempre y cuando no desvíen el capital con el pago de dividendos o desperdiciándolo en escandalosos bonos para sus altos ejecutivos).

 

Puede ser muy rentable de hecho para los grandes bancos de Wall Street, pero el propósito de las tasas de interés cercanas a cero, era para que los bancos prestaran de nuevo. Por el contrario, en efecto están, pagando «escandalosas bonificaciones a sus altos ejecutivos»; utilizando el dinero para participar en el mismo tipo de especulación no regulada que casi acabó con la economía en 2008; comprando bancos más pequeños, o invirtiendo este prácticamente dinero libre de interés en bonos del Gobierno libres de riesgo, por los que los contribuyentes están pagando 2.5% de interés (y más por los títulos a largo plazo).

 

Invertir en bonos del Tesoro, es una alternativa atractiva para los bancos, no sólo porque ofrece un 2.25% de rentabilidad libre de riesgo, sino porque no requiere inversión de capital. El monto de capital que un banco debe mantener frente a sus activos (principalmente préstamos), dependiendo de lo arriesgado de los activos. Los bonos del Tesoro son considerados ‘libres de riesgo’ ; así que no hay requisito de capital para su tenencia. Naturalmente, los bancos prefieren invertir en bonos del Tesoro bajo estas circunstancias a otorgar préstamos de alto riesgo, contra los que deben mantener reservas de capital del 7%. Los bancos pueden pedir prestado casi de forma gratuita, y hacer un buen retorno a expensas del contribuyente sin emplear su capital, que en cambio puede utilizarse para especular en el mercado.

 

Y la especulación es particularmente lucrativa en estos tipos de interés muy bajos. Como el blogero Philip George explica:

 

Las entidades que realmente se benefician de las bajas tasas de interés, son los fondos de cobertura y los comisionistas de los instrumentos financieros. Por lo general, toman ventaja de los cálculos erróneos en los precios de los títulos valores del orden de unos pocos centavos. ¿Y cómo incrementan tales pequeños errores, a ingresos por valor de decenas y cientos de millones de dólares? Apalancando sus activos, diez, cincuenta o cien veces. Y, por supuesto que pueden hacerlo siempre y cuando el dinero sea sumamente barato.

 

Igualmente importante, es que esto perjudica a los productores de bienes y servicios reales a la busca de préstamos. En la actualidad, la tasa de interés preferencial es de alrededor del 3.25%. ¿Qué banco diligente prestaría al 5% o incluso al 10% y esperaría todo un año, cuando puede ganar más en tan sólo unas semanas negociando con instrumentos financieros?

 

Aun cuando los bancos se dignan a usar sus fondos casi libres de interés para apoyar los préstamos, por lo general no le otorgan estas tasas muy bajas a los prestatarios. Por ejemplo, la tasa de fondos federales (Fed funds rate), se redujo en 5 puntos porcentuales entre agosto de 2007 y diciembre de 2008, pero durante el mismo período, la tasa de interés fija a 30 años, se redujo en menos del 1%, pasando de 6.75% a sólo el 6%, hoy todavía está en el 4.5%.

 

¿Los Bancos de Propiedad Estatal al Rescate?

 

Con los préstamos a Main Street anémicos, algunos estados están tomando el asunto en sus propias manos, y considerando legislación que pondría al crédito local de nuevo en la economía local. Catorce estados han iniciado el trámite legislativo de bancos de propiedad estatal basados en el modelo del Banco de Dakota del Norte (BND), que provee liquidez a los bancos locales y líneas de crédito para el gobierno local. Dakota del Norte no ha perdido un solo banco por insolvencia en la última década.

 

Otras formas en que el BND apoya los préstamos locales, son detalladas en un informe de Jason Judd y Heather McGhee titulado “Banking on America: How Main Street Partnership Banks Can Improve Local Economies” (La Banca en los Estados Unidos: Cómo los Bancos en Asocio con Main Street Pueden Mejorar las Economías Locales). Escriben:

 

Solo entre los estados, Dakota del Norte tuvo los medios para mantener en movimiento el crédito a las pequeños negocios cuando más lo necesitaban. Los préstamos a negocios del BND de hecho crecieron del 2007 al 2009 (los meses más duros de la crisis del crédito) en un 35%. El BND logró esto a través de préstamos participativos, en los que contribuye a un préstamo a un banco comunitario, con el fin de liberar su capital del banco para otorgar más préstamos. Otras herramientas que incrementan el poder de préstamo de los bancos y tasas de interés más bajas, incluyen la adquisición de acciones de bancos comunitarios —junto con los programas de desarrollo económico dirigidos por el estado— y descuentos en las tasas de interés. Como consecuencia, los montos de préstamos per cápita para los pequeños bancos en Dakota del Norte, están un 175% por encima del promedio de los Estados Unidos en los últimos cinco años, y sus bancos tienen más sólidas proporciones préstamos/activos, que estados comparables como Wyoming, Dakota del Sur y Montana.

 

Mientras esperamos que la Reserva Federal reforme su política monetaria y para que el Congreso rompa los monolitos de la banca, podemos seguir el ejemplo de Dakota del Norte y establecer nuestros propios motores de crédito local. Los bancos estatales no sólo pueden alimentar y proteger los préstamos locales, sino que pueden proveerle a los estados escasos de liquidez de nuevos ingresos, sin aumentar los impuestos, recortar servicios o tener que vender activos públicos.

_______________

 

Ellen Brown desarrolló sus habilidades de investigación como abogada litigante en derecho civil en Los Ángeles. En Telaraña de Deuda (Web of Debt), su último de once libros, aplica esas habilidades en el análisis de la Reserva Federal y el ‘conglomerado del dinero’. Muestra cómo este cartel privado ha usurpado el poder de crear dinero de manos de la gente, y cómo nosotros, la gente, podemos recuperarlo. Sus sitios web son www.telaranadedeuda.com, www.webofdebt.com y www.ellenbrown.com

 

Es columnista habitual de Truthout, Huffington PostYes!Seeking Alpha yGlobal Research, y presidenta del Public Banking Institute (Instituto de la Banca Pública), publicbankinginstitute.org

 

Para información sobre legislación estatal específica (en inglés), clic aquí.

 

Este artículo fue escrito para Yes! Magazine.

 

Traducido por Andrés Celis.

 

Síganos en Twitter: @telaranadedeuda