Veee…. ¿supistes lo que pasó aquí en el Valle?

Esta fue la primera frase que le escuché a mi interlocutor en la tarde de este viernes, en pleno aguacero capitalino, mientras atendía una reunión por Zoom.

¡Contame veee!

Fue lo primero que respondí ante el afán de saber de un nuevo chisme de temporada…

«Algo pasó en Asocaña… muchos están bravos de verdad con el nombramiento de Frank Pearl como nuevo presidente de gremio, reemplazando a Claudia Calero, quien lo venía haciendo bien. Ese nombramiento no gusto ni cinco».

¡Detalles, dame más detalles! interpelé.

«Averiguates veeee, no se más», fue lo que dijo mi contertulio antes de despedirse precipitadamente.

Al poco tiempo llegaron dos cartas. La una, de empresarios y accionistas ligados a los ingenios y a la industria azucarera en la que rechazaban, de plano, el nombramiento de Frank Pearl; la segunda, un comunicado de Asocaña notificando que el presidente electo no se posesionaría en el cargo y que Claudia Calero seguiría ejerciendo como tal- La cereza en este cóctel valluno.

En la primera, el firmante de la misiva, José Nicolás Urdinola, quien dice hablar en nombre de los accionistas de los ingenios, propietarios de haciendas y los proveedores de bienes y/o servicios del gremio, manifestó «nuestro descontento y gran preocupación por la elección del señor Frank Pearl cómo Presidente de Asocaña«.

Para Urdinola,  el tema es netamente político, pues dice que «Se falta a la memoria e incluso a la dignidad, cuando se entrega el control de nuestro gremio a una figura que representa el Santismo puro…»

Acerca de este tema, un cultivador ratificó lo anterior y añadió que «Santos le dio muy duro al sector; además, quedo ardido con lo de los 150 años de Manuelita», refiriéndose así a las sanciones impuestas por la misma Super Industria y Comercio por la supuesta ‘cartelización’ y, el segundo, el episodio en que Henry Eder, propietario del Ingenio Manuelita, le agradeciera al expresidente Álvaro Uribe (delante de Juan Manuel Santos ejerciendo como presidente) por los buenos oficios que trajo la Seguridad Democrática.

Por su parte, Urdinola también se despachó en contra de la junta directiva de Asocaña al afirmar que hubo «Falta identidad y respeto para con el Valle del Cauca al nombrar a una persona que no tiene vínculo alguno con nuestro departamento, descalifican de forma tajante las capacidades y el liderazgo de varias personas Vallecaucanas que pueden liderar el gremio».

Ahora, solo falta que una vez pase este escándalo, rueden cabezas en la junta, pues como sus decisiones no fueron del gusto de nadie, se blindarían para que no tomen una segunda del mismo calibre. Vale la pena anotar la relación de estrecha amistad entre Alejandro Eder (su familia, dueña del ingenio Manuelita) y  Frank Pearl, quienes trabajaron de la mano en los temas de paz del Gobierno Santos».

La carta de Urdinola termina diciendo: «Nuevamente parece que hemos olvidado que Santos y su nefasto Gobierno, quiso acabar  con la industria Azucarera propinándole el mas duro golpe sancionatorio con una cifra récord en multas a ingenios empresarios y a personas naturales vallecaucanas  por igual.

«Nadie entiende ni da razón de lo que está sucediendo, ni nadie sabe qué intereses o qué personas están detrás apoyando este exabrupto,  el desconcierto y la indignación es total, nadie se imagina como podrá este personaje ser recibido en las reuniones de empresarios en el Club Colombia; creemos que le irá mejor en el monte, resulta incoherente la actitud de nuestro empresariado al abrir una peligrosa puerta a un personaje de oscura procedencia ideológica que atenta contra los principios democráticos, sera muy duro defender la propiedad privada y sostener el sector productivo».

Otra persona consultada acerca del tema se refirió a esto como «una vergüenza».

Ahora, ¿qué es lo que, de verdad, necesita el gremio?

Desde esta tribuna de opinión, no es necesario que el liderazgo lo asuma un empresario del sector o un agrónomo, profundo conocedor del cultivo y la agroindustria de la caña.

Se necesita una persona con muy buenas conexiones con el Ejecutivo y el Legislativo que proteja a esa industria nacional, a la cadena, al empleo y a la calidad de vida de los trabajadores y sus familias.

Además de lo que realmente está matando a la industria azucarera: las importaciones y el contrabando de azúcar (de mala calidad), así como de las importaciones desmedidas de etanol de maíz desde los Estados Unidos, algo que debe frenarse a como de lugar.

Además, ese directivo deberá trabajar ante la opinión pública en los temas de consumo y desmonte de los mitos generados alrededor del consumo del endulzante, pues los muertos por diabetes y sobrepeso no los pone todos el consumo de azúcar.