Luego de que se confirmara la presencia en el norte de Perú de la enfermedad que en los últimos años ha atacado a plantaciones de banano (ocasionada por el hongo hongo Fusarium Raza 4 Tropical, Foc R4T) en distintos continentes, se prendieron las alertas entre los funcionarios del área agrícola de ese país y de su vecino Ecuador.

El nuevo escenario amenaza también a otras naciones de América Latina y el Caribe, con fuerte presencia entre los mayores productores y exportadores de banano del mundo; en consecuencia, especialistas reclamaron una profundización de la cooperación público-privada, para enfrentar una plaga que castiga a un cultivo clave para la seguridad alimentaria global y la subsistencia de millones de pequeños productores agrícolas.

El Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) de Perú informó este mes que se detectó la cepa raza 4 tropical (R4T) del hongo Fusarium en una plantación bananera de media hectárea del departamento de Piura.

Inmediatamente declaró la emergencia fitosanitaria, que implica medidas de prevención estrictas con la finalidad de evitar que la enfermedad se propague hacia otras plantaciones bananeras, que cubren 170.000 hectáreas en ese país.

En Ecuador, rápidamente se implementaron controles y fumigaciones a vehículos que cruzan la frontera, para evitar que ingrese la enfermedad. Hasta este mes, el único país de América Latina y el Caribe donde la R4T había sido detectada era Colombia.

Robert Córdova, subsecretario de Producción Agrícola del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Ecuador solicitó la celebración de un encuentro regional, en el Perú, con la finalidad de coordinar las acciones de distintos países en cuyas economías el banano juega un rol importante.

Durante la III Reunión Hemisférica de Ministros/as y Secretarios/as de Agricultura de las Américas, realizada el 15 de abril y organizada por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la FAO, Córdova se refirió a la necesidad de “establecer una sola agenda que nos permita hacerle frente a la amenaza que ya se dio en Colombia, y ante la nueva alerta que sucede en el Perú, por la presencia del hongo del Fusarium”.

El ministro de Desarrollo Agrario y Riego de Perú, Federico Tenorio, informó que su gobierno está monitoreando la situación en el norte del país y, en respuesta a la propuesta de Córdova, prometió ponerse en contacto con los ministros de Agricultura de los países que producen banano en el hemisferio “para organizar este evento en el más breve plazo”.

La R4T es una enfermedad para la que hoy no existe ningún tratamiento, que se transmite a través del suelo y devasta plantaciones de banano. Resulta la mayor amenaza en más de medio siglo para un cultivo especialmente importante para las poblaciones vulnerables, que obtienen del banano hasta la cuarta parte de las calorías que ingieren diariamente. Aunque se originó en Asia, la R4T se ha ido desplazando hacia el oeste y en 2019 fue detectada en Colombia.

La única forma efectiva actualmente para detener la propagación de la enfermedad es quemar las tierras afectadas, que no pueden volver a utilizarse porque la enfermedad puede reaparecer.

Alianza global contra el Fusarium R4T, lista para actuar en Perú
Con el objetivo de contener esta verdadera ‘pandemia del banano’, en febrero pasado se constituyó formalmente la Alianza Global de Cooperación de Lucha contra el Fusarium R4T, que busca vencer a la enfermedad previniendo su propagación, invirtiendo en el desarrollo genético o educando a los consumidores.

La coalición agrupa a 25 instituciones del sector privado, académico, de organizaciones de la sociedad civil, entes estatales y organismos internacionales. Entre ellos está el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), que fue elegido por el resto de los miembros para ejercer la secretaría del Comité Ejecutivo de la Alianza.

La Alianza informó a las autoridades peruanas que está a su disposición para colaborar en la planificación de acciones concretas que permitan hacer frente al escenario de crisis.

El Director General del IICA, Manuel Otero, destacó la importancia de la conformación de la Alianza Global de Cooperación de Lucha contra el Fusarium R4T para “salvar al banano y a los medios de vida y de nutrición de millones de personas”, por lo que ofreció a los gobiernos de América Latina y el Caribe “el apoyo de una coalición de peso integrada por la cooperación técnica, la ciencia, el sector privado y la academia para buscar soluciones a una enfermedad cuya expansión tiene fuertes impactos económicos y sociales, dado el vínculo del banano con la seguridad alimentaria global”.

En una carta enviada al ministro Tenorio, el coordinador de la Secretaría de la Alianza, Gabriel Rodríguez, también Representante del IICA en Paraguay, propuso realizar una videoconferencia para exponer el trabajo que la coalición ha venido realizando y detallar “las acciones puntuales que estaríamos en condiciones de implementar rápidamente”.

Recomendaciones de expertos
“Los países en los que la R4T es detectada deben recolectar datos y adoptar políticas de transparencia e intercambio de información con otros países y organizaciones internacionales. Se debe asegurar que las muestras tomadas en campo sean analizadas con los últimos métodos de diagnóstico molecular.

También es importante diseñar mapas de riesgo que identifiquen canales, ríos o áreas propensas a inundarse, ya que facilitan la propagación de la enfermedad”, dijo el científico Gert Kema, director del laboratorio de Fitopatología –la ciencia que estudia las enfermedades de las plantas- de la prestigiosa Universidad de Wageningen, en los Países Bajos.

“Alrededor de las zonas donde la R4T ha sido detectada –agregó- deben implementarse estrategias de cuarentena y desinfección en vehículos, herramientas y personal que haya estado en contacto y quien visite las plantaciones debe cambiarse los zapatos al llegar y al irse para asegurarse que está limpio”, agregó.

Kema hizo hincapié en la necesidad de desarrollar un programa de entrenamiento que incluya a todos los actores de la cadena del banano, para que se involucren en la prevención.

“La epidemiología de la R4T muestra que su diseminación es inevitable. La plaga merodeó el sureste asiático durante años sin ser detectada y, luego de que la Universidad de Wageningen desarrollara su método de diagnóstico rápido en 2014, se la descubrió en más de diez países”, dijo el científico.

La expansión ha sido favorecida por el monocultivo de la variedad de banano Cavendish, que hoy abarca aproximadamente el 50 por ciento de la producción global de banano, el 95 por ciento de los mercados de exportación y es la única que se comercializa masivamente en América Latina y el Caribe y en Occidente en general.

Por eso, Gema subrayó que uno de las misiones que deben cumplir los gobiernos, de cara al futuro, es asegurar la sustentabilidad del cultivo de banano a través de la adopción de otras variedades que sean resistentes a la R4T y el desarrollo de nuevas tecnologías.

El experto advirtió que el daño que puede ocasionar esta enfermedad a la producción global de banano no debe ser subestimado: “La R4T es una amenaza para los mercados domésticos y de exportación, para la seguridad de los empleos y para el bienestar en los territorios rurales”.

Por su lado, Ronald Guendel, director global de Cadenas de Valor Alimentarias de la División de Ciencia de Cultivos de la multinacional Bayer, advirtió que la R4T “es una enfermedad en el cultivo del banano que se extiende tremendamente rápido y podría acabar con las plantaciones en pocos años. La colaboración público-privada es fundamental para buscar soluciones y tomar decisiones de inmediato”.

“Bayer –agregó- está totalmente comprometida con el sector bananero y, a través de la Alianza, buscar soluciones químicas, biológicas y genéticas para proteger este cultivo tan importante desde el punto de vista económico y de la seguridad alimentaria”.

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La entrada corresponde a información enviada por la sede central del IICA, en Costa Rica