Minería del carbón a cielo abierto

El Centro Regional de Empresas y Emprendimientos Responsables (CREER), en alianza con la Cámara de Comercio de Valledupar y la Caja de Compensación Familiar del Cesar (Comfacesar), lideró el ‘Encuentro Cesar 2040’, que reunió a organizaciones nacionales e internacionales para reflexionar sobre los desafíos del departamento de cara a los efectos del proceso de ‘descarbonización’.

Como primera gran conclusión del evento, quedó claro que en este proceso todos deben contribuir: empresas mineras y las de otros sectores, líderes comunitarios, sindicatos, autoridades locales y gobierno nacional, actores que deberán asumir compromisos claros y verificables en torno a objetivos económicos, sociales y ambientales.

Luis Fernando de Angulo, director de CREER, manifestó que la entidad quiere «visibilizar las transformaciones que están ocurriendo y continuarán por muchos años, así como facilitar un diálogo incluyente y constructivo sobre el desarrollo territorial».

Una de las experiencias compartidas en el encuentro fue el cierre de las minas de carbón en Holanda en la década de los años 70. Este referente dejó como conclusión que debe pensarse, desde ya, en que la dimensión de los impactos requiere movilización de recursos y la fijación de metas comunes que convoquen a todos los actores.

Pierre Huppert, consultor de The Terrace Foundation, recordó a su padre, quien fue trabajador minero de la región de Limburg, comentó que «fue esencial contar con un plan de desarrollo y reestructuración, en la que se invirtieron 5.000 millones de euros. Los impactos negativos se reducen cuando hay un liderazgo del Estado y se logra un proceso participativo y duradero, aunque no se puede mitigar todo».

A propósito de este tema, el director del Instituto de Derechos Humanos y Empresas (IHRB), John Morrison, se refirió al tema de la descarbonización, del que poco se habla en los diálogos nacionales y globales, como sucedió en la COP 26, y para el caso, aludiendo la corresponsabilidad de gestionar los impactos en territorios como el Cesar, por parte de aquellos países que se beneficiaron de la oferta de carbón colombiano por más de dos siglos.

El trabajo presentado por CREER plantea la necesidad de que en los planes se incorporen acciones dirigidas tanto al sector formal como al informal. Entre las iniciativas que han surgido para construir desde lo local, se destaca el reciente ‘Acuerdo para la Producción, Protección Ambiental e Inclusión‘, con el respaldo de IDH, que propiciará la diversificación productiva en cuatro de los cinco municipios del corredor minero.

Este acuerdo responde a varios de los retos de la descarbonización, contribuyendo a sustituir los ingresos del carbón por sistemas de producción no extractivos con valor agregado, ambientalmente sostenibles y que ofrezcan oportunidades de inclusión. «La necesidad de diversificar la producción en el departamento y de crear las condiciones para que esto ocurra», fue señalada por varios de los invitados al encuentro.

La importancia de la presencia estatal en estos procesos fue puesta de manifiesto por el presidente de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luís Urón, quien indicó que es fundamental que el Estado ejerza el control sobre el territorio, reiterando que la seguridad es una premisa para promover la inversión.

A su vez, hubo coincidencia en los expertos reunidos en el ‘Encuentro Cesar 2040’ sobre la necesidad de fortalecer la conectividad del departamento, para superar el retroceso en los indicadores de competitividad, y de igual manera para destinar esfuerzos a mejorar el acceso a servicios básicos como el agua potable, y así lograr un cambio en las condiciones de vida de la población.

En general, los asistentes manifestaron la preocupación de encontrar el camino para que la transformación del departamento del Cesar se haga en un proceso de transición justo, que sea compatible con los beneficios de las políticas para el cambio climático, pero que requerirá la atención a los derechos de todos, en particular de los más vulnerables y fortalecer la capacidad de planeación y ejecución en múltiples niveles.

Para el director Administrativo de Comfacesar, Frank Montero, y en el caso de esta entidad, la importancia del tema radica en que el 93% de los recursos que aporta el sector minero, se compensa a trabajadores de menores ingresos que hacen parte de otros sectores de la economía.

«Un sector como éste en un departamento como el nuestro», comentó Montero, «mueve casi toda la cadena. Es necesario prepararnos para una reconversión, pero mientras se da esa época poscarbón, debemos desarrollarnos como hicieron países como Holanda o en particular Alemania, y en general Europa, los cuales toda la vida se dedicaron a la extracción, que se desarrollaron y ahora están utilizando otro tipo de energías».

Como conclusión del directivo de la caja de compensación, «mientras nos llega ese desarrollo, tenemos que aprovechar las regalías, administrarlas bien y optimizar esos recursos».

En este mismo sentido, Diego Dorado, ex subdirector del Departamento Nacional de Planeación (DNP) invitó a los municipios mineros a trabajar articuladamente en un plan de choque, con visión de largo plazo, que genere empleo e impulse sectores como el agrícola, el energético y el turismo. Y agregó que la acción debe acompañarse de un fondo de estabilización, estructuración de proyectos y de una institucionalidad independiente de los ciclos electorales.

El ‘Encuentro Cesar 2040’ contó con la participación de representantes del sector minero, agremiaciones de otros sectores productivos de la región, organizaciones de cooperación internacional y del sector de los trabajadores, así como líderes comunitarios de los municipios mineros.