Las personas privadas de la libertad por delitos de baja peligrosidad podrán acceder al programa Campo por Cárcel.

Entre los candidatos a todas las corporaciones públicas siempre han hecho carrera frases famosas como: ‘Colombia es una potencia agraria’ o ‘Colombia es la despensa del mundo’, nada más falaz y tonto como otra escuchada el día de una posesión presidencial: ‘Bienvenidos al futuro’.

Ese futuro, esa despensa y esa ‘potencia agrícola’ han llevado al país a convertirse en potencia importadora de alimentos como maíz, trigo, soya, papa, café, carne, ajos y cebollas y hasta los imaginarios huevos alemanes de Francia Márquez, todo para desdicha de los productores agrarios.

Ahora, en medio de las amenazas de expropiaciones de tierras, de futuros promisorios al lado de los aguacates y de un sector minero al que le han marcado un futuro incierto, nos encontramos en Montería, el sábado pasado, con propuestas reales y concretas sobre el sector agrario, las cuales vale la pena contar.

Estas, por parte del candidato Federico Gutiérrez, quien fue asesorado por un gran grupo de empresarios del sector agrario como Jorge Ballen, gestor y presidente del Parque Nacional de la Cultura Agropecuaria (Panaca), que construyó un documento al que llamaron AgroSocial para una Colombia sin Hambre, que contiene seis grandes bloques con las acciones a las que se compromete el candidato ante su electorado.

«A través de esta estrategia implementaremos en todo el territorio colombiano la educación rural, como eje central de la seguridad alimentaria, la asociatividad empresarial en la ruralidad, la infraestructura para la competitividad rural, las finanzas para el agro y la agricultura social con programas como el Campo por Cárcel, constituyéndose en oportunidades de transformación y desarrollo para el país, reafirmando la cultura del campo.

«Dicha educación se impartiría a través del modelo ‘Aprender – Haciendo y formación del ser’, prototipo exitoso que ha sido probado en más de 7.000 personas de la ruralidad, de los cuales 422 son extranjeros, graduados del programa Técnico Laboral Agropecuario, diplomados en Turismo Rural Sostenible y de Asociatividad, talleres, cursos y pasantías, impactando campesinos de 11 países de América Latina, demostrando ser la educación rural más importante en la región», dice el documento de la referencia.

La propuesta agraria está estructurada en seis partes, así: seguridad alimentaria, fortalecimiento de la asociatividad rural, infraestructura competitiva rural (vías terciarias, riego y conectividad), crédito y financiamiento, agricultura social (el campo por cárcel y turismo rural) y inversión en el campo.

El general, la iniciativa del candidato busca solucionar los diferentes cuellos de botella que se han presentado en el sector rural, pero todo basado en la educación, pues cualquier ayuda que se entregue al productor rural, sin que este desconozca su verdadero valor, uso y expectativa, es un recurso perdido o que termina por costarle mucho a las finanzas públicas.

De destacar son todas las recomendaciones del gran grupo de empresarios del agro, pero vale la pena resaltar que el presupuesto para el Ministerio de Agricultura pasaría a 9 billones de pesos anuales, recursos que harían realidad lo planteado.

En cifras, se propone:

El documento, completo, puede consultarlo aquí:
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