Todo Gerente o Directivo debería de conocer la PNL. Pero ¿Qué es la PNL? Pues la Programación Neurolingüística. Que concepto más raro ¿no?. Cuando hace más de 30 años mi madre me empezó a enseñar algo de esta disciplina, casi nadie la conocía. Ahora son muchas las empresas que me piden mostrar trucos y consejos basados en la PNL para poder dirigir sus empresas con mentalidad ganadora. No conocer esta disciplina, sinceramente, te deja en desventaja.
La PNL se basa en buscar modelos exitosos de comportamiento de personas con gran liderazgo. Conocer los comportamientos inconscientes de tu interlocutor te da ventaja, así de claro. Sin embargo, “conocerse a uno mismo” es primordial, ya que permite ofrecer un control absoluto sobre tus propias emociones, y esto si que es realmente impresionante.
Cuando doy mis charlas a directivos de un consejo de administración, no intento impresionarles con mis “cualidades” (pocas o muchas, eso no es relevante), si no todo lo contrario, con mis “errores” (pocos o muchos) que he cometido. Ahí es donde se aprende de verdad. Esos errores nos enseñan, y usted señor lector seguro que estará de acuerdo conmigo, que la mayoría de los problemas en las empresas son debidas a una falta de comunicación y empatía. Sin embargo, nuestro ego nos enseña a poner una cara racional a estos problemas, tachándolos de procedimientos erróneos, falta de trabajo, de capacidad, y un largo etcétera que ayudarán a poner cara al problema de forma “no emocional”.
Pero si, somos emocionales (y bastante) por mucho que nos pese. Y he aquí la segunda parte de este artículo, porque son muchas las personas que adentrándose en el mundo de la PNL y de la Inteligencia Emocional aplicada a las empresas, la utilizan para otro fin, para conquistar a una pareja.
No piense mal, si usted esta casado o casada, puede ser para volver a conquistar a su pareja. Sinceramente, se puede sorprender del poder de estas técnicas.