Aparentemente el clima y la economía han tomado caminos totalmente opuestos. El calor se convierte a nivel cimático en el protagonista del momento, mientras que el frio muestra cada vez mayores sintomas a nivel económco. Venimos de una senda de importantes crecimientos de largo plazo, ahora se preveen para Colombia menores dinamismos.

 

La desaceleración china está permeando la economía mundial y otros mercados emergentes también están creciendo a un ritmo más lento. El Fondo Monetario Internacional rebajó recientemente su previsión de crecimiento mundial.

 

La teoría económica dice que la devaluación favorece a los exportadores, quienes recibirán mas pesos por sus exportaciones, mejorando sus ingresos y convirtiendose así en dinamizadores del crecimiento económico. Esta teoría  la podemos aplicar para las grandes empresas, que cuentan con un aparato productivo competitivo. Pero en Colombia la mayoría de las empresas son PYMES, con aparatos productivos poco competitivos, para quienes es bastante complejo iniciar procesos exportadores en el corto plazo. Además los productos con valores agregados, requieren de una estrategia exportadora basada no solo en el precio,  como sucede con los comodities.  

 

El COLCAP, indice que refleja las variaciones de los precios de las 20 acciones más líquidasde Colombia que cotizan en bolsa, cayó un 21% en el segundo semestre de 2014 y un 20% adicional en el primer semestre de 2015. Esta situación podría interpretarse como un punto de inflexión para el crecimiento de la economía colombiana.

 

El componente de las importaciones es muy representativo dentro de nuestra balanza comercial, por lo tanto para el 2016,  por causa de un dólar mas caro, nos esperan incrementos de precios para muchos productos de consumo y para una gran cantidad de insumos. Esto se traducirá en mayores niveles de inflación, los cuales presionarán las tasas de interés al alza. Esta situación podría  desestimular el acceso al crédito destinado a capital de trabajo y compra de activos fijos, generándose una posible desaceleración en la economía.  

 

El deficit fiscal aumentrá como consecuencia de la baja del precio del petroleo y la deuda externa se incrementará a causa de un dólar mas costoso. Estas variables seguramente llevarán a que el gobierno realice en el corto plazo reformas tribuarias que se traducirían en una mayor carga tributaria para el 2016, lo cual frenaría el desarrollo empresarial y la inversión extranjera.

 

La consolidación del proceso de paz será la variable que contrarestará el anterior entorno negativo descrito hasta ahora y mejorará el clima de inversión hacia el segundo semestre del 2016.

 

 

Hermann Stangl

Consultor Empresarial 

www.stangl.com.co