Antecedido por Brasil, México y Argentina, Colombia es hoy la cuarta economía latinoamericana, luego de ocupar en el 2002 el séptimo lugar. En el mismo lapso de tiempo, el Producto Interno Bruto per cápita pasó de US$2,250 a US$5.140, lo que se traduce en un incremento del 128% en ocho años.

La inversión extranjera directa ha venido también aumentando significativamente, gracias al buen clima empresarial que ha ofrecido Colombia durante los años de crisis económica, obviamente susceptible a tener que mejorar aún más en aras de lograr mayor competitividad. Se prevé que la tendencia de la inversión extranjera se mantendrá en el mediano plazo.

La pregunta que se hace entonces ahora el común de los colombianos es: ¿Cómo con todos esos indicadores económicos tan positivos, el desempleo aumentó ligeramente en los últimos meses? La explicación es sencilla, el crecimiento económico y la inversión extranjera se han fundamentado estos últimos años en sectores que no son intensivos en mano de obra, como por ejemplo minería, petróleo y carbón.

Es muy serio el problema del desempleo y de los altos índices de pobreza y desigualdad que sufre Colombia actualmente. Pero quiero centrar mi análisis en esta oportunidad, en el “Cuarto de Hora” que pueden aprovechar hoy por hoy las empresas colombianas. Es un momento excelente para incursionar en nuevos negocios. Además, si algunos empresarios han pensado vender sus compañías, ahora es definitivamente el momento más propicio para hacerlo.

Para entender la razón, hay que recordar que el valor real de las empresas depende de su capacidad futura de generar flujos de caja, a su vez relacionada con las expectativas en cuanto a nuevos negocios y crecimiento, las cuales son ahora positivas y bastante prometedoras.

Dichos flujos de caja proyectados se traen a valor presente, empleando una tasa particular para cada empresa. Esta tasa, conocida como costo de capital, tiene una relación directa con la tasa de interés del mercado, la cual se ubica actualmente en unos niveles muy bajos.

Como la relación entre la tasa de interés y el valor presente es inversamente proporcional, las excelentes perspectivas económicas actuales propiciando flujos de caja futuros prometedores, sumadas a una tasa de interés muy baja, generan como resultado final, un alto valor patrimonial en el estudio de valoración de una empresa que se pretenda vender.

Hermann Stangl

Consultor Financiero

www.stangl.com.co