De acuerdo con las últimas cifras del DANE, el 2021 cerró con una tasa de desempleo del 13,7%, mostrando una recuperación frente al nivel de 2020, donde se ubicó en el 15,9%, la cifra más alta registrada en las últimas dos décadas.

Para lograr llegar al nivel de desempleo prepandemia del 10,5% registrado en 2019, se requieren generar mas de un millón de nuevos puestos de trabajo.

Se esperaba que el incremento del PIB en 2021 del 9,7%, hubiera generado un mayor impacto positivo en las cifras del desempleo, pero no fue así debido a que los sectores de mayor dinamismo, no son altamente demandantes de mano de obra.

Algunas fuentes predicen que para el 2022 el desempleo volverá a ser de un solo dígito, esto quiere decir que se ubicará por debajo del 10%.

Soy optimista, pero igualmente hay que ser realista. Personalmente comparto las buenas expectativas frente a la evolución de la economía colombiana de cara al 2022. Pero creo el tema electoral, la actual creciente inflación y el reciente incremento del SMLV, serán unas importantes barreras que impedirán en este año reducciones importantes del desempleo. Incluso veo difícil que llegue a los niveles prepandemia de 2019.

Se dice también que la informalidad continúa siendo uno de los mayores problemas que tiene nuestro mercado laboral.

Difiero algo de esta posición y opino lo siguiente:

• No estoy de acuerdo con una informalidad que se aproveche de los colaboradores y tienda a evadir los compromisos laborales. Pero debemos entender que el mundo es cada vez más competitivo, eso significa que los márgenes de rentabilidad de la mayoría de las compañías tienden a disminuir. Por lo tanto es fundamental que se privilegie de manera objetiva y consciente la viabilidad financiera de las empresas.

• Creo que una importante parte de lo que se considera «empleo informal», podríamos llamarlo de otra manera. Podríamos denominarlo «emprendimiento informal». Muchas grandes empresas nacieron de esta manera y con el paso del tiempo, fueron progresivamente creciendo y fortaleciéndose, hasta lograr formalizarse y generar empleo formal.

• Soy un convencido de que la formalidad permite el sano crecimiento de las organizaciones, pero debemos entender que los procesos llevan etapas y tiempos.

Incluso lo podemos apreciar en el ser humano, nace y a los meses aprende a gatear, luego alrededor del año da sus primeros pasos y logra caminar, hasta que finalmente luego aprende a correr.

Lo ideal es que los seres humanos podamos correr, pero es imposible que antes de un año pretendamos que lo hagan.

La apuesta más importante del Estado, de los gremios y de las asociaciones empresariales, para fomentar el desarrollo económico y social, debe ser el  mejoramiento de las condiciones para emprender nuevos negocios y para conservar sanas financieramente las empresas ya constituidas.

Hermann Stangl
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