Independientemente de la imagen negativa del presidente Correa en nuestro país, generada por el ambiente de tensión vivido durante el gobierno Uribe, todo parece indicar que ha tenido importantes aciertos relacionados con la reactivación de la economía ecuatoriana.

A pesar de la simpatía de Correa con Chávez, Ecuador es un país que no representa un riesgo tan alto como Venezuela, debido a su menor tamaño y poder económico, y sobre todo a la idiosincrasia y determinación de su pueblo. Sin lugar a dudas los ecuatorianos hace muchos años hubieran derrocado a Chávez, si éste hubiera sido su presidente.

Hace una década Ecuador vivió la crisis bancaria y de confianza más grande de su historia, la cual lo llevó a dolarizar su economía. La presencia de una moneda fuerte en una economía que basa el 50% de su PIB en la actividad petrolera y que es muy fuerte en la importación de bienes, fue generando progresivamente confianza y desarrollo económico.

En el 2007 sube Correa a la presidencia, toma medidas radicales en temas políticos, diplomáticos, tributarios y tratamiento a multinacionales petroleras. Incrementa fuertemente el gasto público, no solo en burocracia, bonos de pobreza y vivienda paternalista, sino también en obras de infraestructura en provincias tradicionalmente olvidadas. Adicionalmente estableció un tributo del 2,0% a la salida de capitales. Todas estas medidas han venido generando desarrollo, acompañado de mayor poder adquisitivo y por consiguiente mayor demanda de recursos financieros; lo cual ha generado para hoy una especie de boom económico. Se ha incrementado vertiginosamente el consumo de vehículos, bienes finales y vivienda.

Ecuador cuenta hoy con unos indicadores económicos bastante interesantes, como por ejemplo un crecimiento del PIB del 2,5% y un desempleo por debajo del 8,0%. Adicionalmente el sector financiero ha recuperado la confianza en el país y está desembolsando créditos a tasas alrededor del 9% y captando recursos aproximadamente al 4%. A pesar de todo, Ecuador cuenta actualmente con un riesgo país (EMBI) similar al de Venezuela y Argentina, los más altos de América Latina.

Lo importante ahora para los empresarios colombianos es saber aprovechar el excelente momento de renacimiento de la economía ecuatoriana. Por lo tanto, explorar mercados e inversiones y buscar oportunidades de negocios en Ecuador, debe estar en la agenda de este último trimestre de los empresarios colombianos.