Para entender lo que está sucediendo en Europa, es necesario conocer primero la diferencia entre la Unión Europea y la Zona Euro. La primera está conformada por 27 países entre los cuales existe un mercado común.  La Zona Euro, la conforman 17 países de la Unión Europea que tienen al Euro como moneda unificada.

La reciente cumbre de Bruselas tuvo como propósito implementar medidas que eviten la profundización de la crisis económica que ha venido detonando en varios países de la Zona Euro, como lo son Irlanda, Grecia, Italia y España, lo que obviamente perjudica a toda la Unión Europea.

Lo que se busca es la creación de políticas económicas generales para todos los países de la UE, una mayor disciplina fiscal, con reglas más estrictas y sanciones drásticas. Todos los países, a excepción del Reino Unido, se comprometieron en adoptar reglas fiscales comunes que garanticen la sanidad de sus finanzas.

Se cuestiona que con estas medidas los países pierdan su soberanía. Pero definitivamente, una unión monetaria requiere unificación fiscal. No se puede esperar que un país gaste a manos llenas, esperando que luego otro lo rescate. No es justo que un alemán que se jubila a los 67 años, financie la pensión de un griego que se jubila a los 55 años. Es imprescindible la unificación fiscal, de lo contrario desaparecería el euro, llevándose consigo la credibilidad en la UE.

Las consecuencias de que un país, como por ejemplo Grecia, entrara en bancarrota, podrían ser devastadoras. Saldría de la Zona Euro y volvería al dracma, su moneda original. Los mercados tomarían inmediatamente nota de esta peligrosa situación y se cuestionaría la permanencia de otros países como Italia y España dentro del Euro, afectándose gravemente la estabilidad financiera de la UE.

Preocupa el hecho de la ausencia de medidas frente a problemas de fondo como el alto nivel de desempleo que registra actualmente Europa.  Las estrategias concertadas fueron de largo plazo y giraron en torno a una mayor disciplina, control y austeridad. Esto obliga a pensar en posibles recortes de ayudas para países emergentes y obviamente en una desaceleración económica de la UE para el 2012.

Probablemente el Euro sobreviva, pero durante el próximo año, seguramente estos fenómenos mundiales, afectarán negativamente el desarrollo económico de nuestro país.

Hermann Stangl
Consultor Empresarial Financiero
Valoración de Empresas y Marcas
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