El Banco de la República, en lo escaso corrido del presente año, ha disminuido la tasa de interés de referencia en 75 puntos básicos, pasando de 4,00% a 3,25% anual. Si hacemos los mismos cálculos, pero contando a partir del segundo semestre de 2012, la disminución ha sido mucho mayor, llegando a los 200 puntos básicos (2%).
Llama la atención, que mientras la tasa de interés de referencia ha disminuido significativamente, la tasa de usura se ha sostenido cercana al 31%. Esta situación permite a los bancos mantener muy altas sus tasas de interés, sobre todo para créditos de consumo, hogares, micro y pequeñas empresas, y por supuesto, tarjetas de crédito. Vale la pena anotar que el plástico crediticio es la fuente de financiación mas onerosa que existe. Su costo se encuentra hoy cercano al absurdo 31% anual, casi 10 veces la tasa de referencia. Como se puede observar, si hablamos de créditos, las disminuciones en las tasas de interés establecidas por el Banco de la República, difícilmente llegarán a los usuarios finales en el corto plazo.
Ahora bien, cuando analizamos las tasas de los depósitos que captan los bancos de sus ahorradores, conocidos como CDTs, la situación es completamente diferente. Estos si han disminuido en lo corrido del presente año y se encuentran hoy alrededor del 4% anual.
No entiendo la razón por la cual el Estado, los organismos de control correspondientes y sobre todo nosotros mismos como ciudadanos y consumidores, permitimos que un mismo efecto genere consecuencias completamente diferentes, de acuerdo con la conveniencia de un sistema financiero insaciable e indolente. Esta falta de coherencia profundiza aun mas los niveles de inequidad en nuestro país.
El crédito es sano y necesario para generar crecimiento sostenible en una economía. Pero recordemos que las economías dependen de las empresas y un crédito lesiona la salud financiera de cualquier negocio, cuando su costo se encuentra por encima de la rentabilidad operacional. Es bastante complejo que una empresa del sector real genere hoy rentabilidades operacionales superiores al actual precio del dinero.
El gobierno está haciendo importantes esfuerzos para mejorar la infraestructura, aspecto fundamental para imprimirle mayor competitividad a nuestras empresas. Pero una de las variables que mas afecta la competitividad de las pequeñas y medianas empresas, son las altas tasas de interés. Ojalá que los bancos se concienticen de esta situación y se conviertan en verdaderos protagonistas del desarrollo económico y social de nuestro país.
Hermann Stangl
Valoración de Empresas y Marcas