Hace 56 años, finalizando la decada de los cincuenta, triunfó la Revolución Cubana comandada en ese entonces por Fidel Castro y su hermano Raúl, actual presidente de la isla. Dieron un golpe de estado acompañados por Ernesto Guevara, conocido como el Che Guevara, a la dictadura del General Fulgencio Batista, convirtiendo a Cuba en un régimen comunista, expropiando de sus propiedades y violando los derechos fundamentales de ciudadanos norteamericanos establecidos en la isla.
Estados Unidos, presidido por John F. Kennedy responde posteriormente, el siete de Febrero de 1962, con un embargo comercial, político y económico a Cuba. Dicho embargo consistió en que ciudadanos americanos no podían comprar o vender productos cubanos, al igual que la prohibición de viajar a la isla.
El pasado 17 de diciembre el mundo entero fue testigo de algo nunca antes pensado que se venía gestando con la ayuda de Canadá y del Vaticano. El presidente cubano Raúl Castro y el presidente de los Estados Unidos Barack Obama, en un discurso simultáneo sentaron las bases para un acercamiento entre los dos paises buscando reestablecer las relicaciones binacionales.
Anteriormente los permisos para que un norteamericano pudiera ir a la Isla se otorgaban exclusivamente desde Washington por situaciones familiares, religiosas y humanitarias. Ahora se incluyó también el tema cultural, lo que abre las puertas para que cualquier norteamericano pueda visitar Cuba con el propósito de conocer su cultura, sin necesidad de tener familia que viva en la isla. Los cupos para ingresar dólares en efectivo aumentaron, se permiten ahora el envío de remesas directamente desde los Estados Unidos, lo cual antes se hacía por medio de giros desde Canadá, de igual manera se aprobó el uso de las franquicias de tarjetas de crédito American Express, Visa y Master Card.
Cuba hay que hacerla de nuevo, por lo tanto los resultados en terminos de negocios e intercambio comercial internacional que veremos a mediano y largo plazo superarán cualquier expectativa que hoy imaginemos. No será extraño encontrarnos en unos años un McDonalds en Varadero o cerca de la emblemática Bodeguita del Medio.
Creo que el boom del turismo y de la construcción serán los primeros en detonar, seguidos de la agroindustria y los servicios. Vale la pena que los empresarios colombianos exploren posibilidades de negocios con esta economía naciente, ya que en pocos años Cuba será un nuevo y privilegiado destino de inversión como lo es hoy Colombia.
Hermann Stangl
www.stangl.com.co
Experto en Valoración de Empresas