Colombia cuenta actualmente con Tratados de Libre Comercio prácticamente con todos los países suramericanos, al igual que con México y en días pasados acaba de firmar uno nuevo con Europa. Además se están adelantando procesos de acercamiento con Japón, Panamá y otros países.
De hecho, gracias al reciente TLC con Europa, el sector lechero se encuentra por estos días muy preocupado por la supuesta inminente quiebra de aproximadamente cuatrocientos cincuenta mil pequeños ganaderos, quienes se verían perjudicados por la disminución del precio de la leche.
Surgen entonces preguntas tales como: ¿Los TLC son positivos o negativos?, ¿Quiénes ganan y quienes pierden en estos procesos?, ¿Debe Colombia continuar firmando mas tratados comerciales con otros países?
Existen claramente dos líneas, aquellos que están en contra, argumentando el perjuicio que se genera para ciertos sectores de la economía doméstica, como es el actual caso de los ganaderos. Y otros a favor, ponderando más los beneficios globales para la economía y los consumidores finales.
Las empresas favorecidas con un TLC serán aquellas que puedan incrementar sus ventas con mayores exportaciones y las que logren bajar sus costos, mejorando sus condiciones importadoras.
Mientras que las perjudicadas serán todas aquellas que sus ventas se vean lesionados, debido al ingreso de mayor oferta de su mismo bien o servicio, por parte de su competencia internacional, en muchas casos con mejor calidad o precios más bajos.
Pienso que el punto no es quienes ganan o pierden, ya que es lógico que de todo proceso siempre resulten ganadores y perdedores. La realidad es que tenemos que tomar conciencia de las nuevas estrategias empresariales que debemos implementar al interior de nuestras organizaciones, para enfrentar de manera proactiva e inteligente, una tendencia mundial que no se detiene y que responde al nombre de “globalización”.
Se requiere, por parte de los empresarios, una decisión firme por el mejoramiento de su competitividad, con estrategias orientadas hacia aspectos como tecnología, educación, innovación, servicio posventa y mejores prácticas financieras, como la implementación de modelos de gerencia de valor, entre otras.
También es fundamental por parte del gobierno, mejorar la logística exportadora, puertos, comunicaciones, vías y por supuesto, mantener la seguridad.
Es clave también contar con el compromiso del sector financiero, incentivando y manteniendo los créditos de fomento con las características y condiciones con las cuales fueron concebidos.
Hermann Stangl
Consultor Financiero