El evento organizado por la Asociación Nacional de Instituciones Financiaras – Anif y Fedesarrollo, “Colombia a los ojos de Wall Street” mostró las diferentes percepciones que tienen los expertos sobre la economía colombiana.
Iniciando con un panorama actual de la economía colombiana, Mauricio Cárdenas se concentró en cuatro pilares: i) Las buenas condiciones de seguridad y crecimiento de largo plazo, han hecho que Colombia deje de crecer al 3% y pase a niveles de 5%, aumentado el dinamismo del mercado interno e incrementando la confianza de los consumidores y los empresarios, ii) La evolución de los precios de los productos básicos como el carbón, el níquel, el petróleo y el café, que han favorecido las exportaciones, pero que presentan un comportamiento cada vez más volátil y menos predecible, iii) La importancia de la Inversión Extranjera Directa (IED) en los últimos años, como una de las causas de la revaluación actual, pero que demuestra el apetito de los inversionistas por nuestro país y iv) El comercio con Venezuela como una fuente de demanda importante para Colombia, al representar el segundo mercado de exportación.
La respuesta de la economía colombiana ha sido un crecimiento económico de 7,5% en 2007, centrado en los sectores de comercio, construcción e industria, y un crecimiento de la demanda en 12%, por encima de la capacidad productiva, lo que ha generado incrementos en la inflación y una ampliación del déficit de la cuenta corriente, debido a mayores importaciones.
Bajo este escenario, ha reaccionado tanto la política monetaria como la fiscal. La política monetaria se ha caracterizado por ser contraccionista, aumentando la tasa de interés a niveles de 9,75%. Sin embargo, a pesar de estar contagiados por el fenómeno de los precios de los commodities, la inflación básica está por encima de la meta propuesta por el Emisor. Por el lado de la política fiscal, se ha visto un esfuerzo del Gobierno por disminuir el gasto público, pero al parecer no es suficiente para aliviar la “Trinidad Imposible” como la bautiza el Presidente de Anif, Sergio Clavijo, a los problemas de inflación, de la revaluación y de los flujos de capitales que están generando una desaceleración de la economía.
Qué piensa Wall Street? Tres panelistas, Felipe Illanes del Merrill Lynch, Alberto Bernal de Bulltick Capital Partners y Fergus McCornick de DBRS expusieron su percepción de lo que está pasando en Colombia y lo que muy posiblemente sucederá.
Felipe Illanes dice que Colombia va a un “aterrizaje suave” llegando a niveles de alto crecimiento junto con un exceso de demanda, y destaca lo bueno, lo malo y lo feo de la situación. Lo bueno, ha sido el desempeño de la política fiscal, que aunque no es causante de la situación actual, si puede ser un medio para la solución. Lo malo, es el déficit de la cuenta corriente, el cual se podría ajustar con un menor gasto; y lo feo, es el comportamiento de la inflación causada por el exceso de demanda.
Merrill Lynch explica que Colombia no vive una burbuja de inversión y que el problema más preocupante es la inflación, dado que hay un exceso de demanda que agota los excesos de capacidad, dadas las brechas entre el PIB observado y el PIB potencial. Otro problema que afecta la inflación son las expectativas del mercado, las cuales aumentaron después del sorpresivo resultado que se presentó en mayo, generando preocupaciones en las futuras formaciones de precios y en las contrataciones salariales.
Alberto Bernal, empieza su intervención contándonos que la correlación que tiene el comportamiento de la economía estadounidense con respecto a la economía mundial es de 94%, y con respecto a la economía de Latinoamérica es de 64%. Con estas cifras es claro que cuando Estados Unidos entre a una recesión, tanto Colombia como América Latina van a sufrir verdaderos problemas.
El panelista dice que los riegos más significativos para la región emergente y para Colombia, son externos. Entre ellos está la estanflación de Estados Unidos, la desaceleración demasiado fuerte en la velocidad de generación de empleo en la economía estadounidense y entre ellos, un accidente grave en la economía de China, que podría acabar con el escenario benévolo del que hoy en día gozan los mercados emergentes.
Bernal pronostica un crecimiento potencial de la economía colombiana alrededor del 6%, con niveles de inflación cercanos al 9% que posteriormente convergerán a 3%. Señala que Colombia es un país pobre que está en crecimiento y debe endeudarse, por lo tanto una cuenta corriente deficitaria no es algo preocupante, y concluye explicando que la apreciación de la moneda es sinónimo de desarrollo económico, más no de una crisis sistémica del país. De esta manera existen dos caminos que se pueden tomar: i) Luchar contra la lógica económica, como es el caso de Argentina, o ii) Aceptar la situación (como Japón), y aprovechar para comprar capital moderno a mejores precios.
Finalmente, Fergus McCornick dice que Colombia está en un momento en el que puede recibir el grado de inversión ya que se ha fortalecido bastante. Sin embargo tiene que mejorar en los siguientes aspectos: consolidar la seguridad, mejorar la distribución del ingreso, una política fiscal más flexible y un necesario mejoramiento de la balanza de pagos.
Para concluir el panel, Sergio Clavijo les pidió a los expositores de Wall Street que hicieran un ranking de los problemas actuales de Colombia, enumerándolos de 1 a 5, siendo 1 el más urgente.
Los resultados de los panelistas (Cuadro 1.) junto con nuestra apreciación, sugieren que el tema más importante que necesita controlar la economía colombiana es la inflación. Esto implica utilizar las herramientas que ofrece la política monetaria, es decir, manejar la tasa de intervención, comprar/vender reservas y modificar los encajes. Desde nuestro punto de vista, el Banco de la República debe incrementar la tasa de intervención en 25 pb en el corto plazo, actuando de manera “independiente” para recuperar la credibilidad que ha perdido desde el año 2006, al no poder cumplir con las metas inflacionarias. En blogs anteriores, determinamos que el problema de la inflación es un shock de oferta, y lo más conveniente que podría hacer el Emisor, es re alinear un poco la meta de inflación en un rango superior o basar las metas en otro indicador más realista frente al gasto de los consumidores, como es el caso de la inflación básica.
Tanto el control de gasto público como el desmonte del control de capitales son los siguientes aspectos de relevancia en nuestro ranking, ya que si bien ha habido un esfuerzo por parte del Gobierno por disminuir los gastos y por controlar de alguna manera la entrada de capitales golondrina que podrían afectar más al fenómeno de la revaluación, seria deseable un mayor ajuste fiscal y pensar en desmontar los controles de capitales por el efecto negativo que estos tienen sobre el desarrollo del mercado.
La infraestructura y la tributación al ubicarse en los últimos puestos, no señalan un logro significativo para nuestra economía. En materia de infraestructura según el Índice de brecha de calidad que publica el Foro Económico Mundial, Colombia se ubica en los tres últimos lugares, por encima de Perú y Bolivia (Cuadro 2.). Estos indicadores miden la necesidad de avanzar en materia de desarrollo e infraestructura, siendo estos factores primordiales para aumentar la competitividad y así fortalecer el aparato productivo. Por el lado de la tributación, se necesita un mayor esfuerzo para mejorar el recaudo sin aumentar las tasas tributarias, ampliando la base de tributación y creando mecanismos que hagan del sistema algo menos complejo.