Viaja a Santiago de Compostela rodeado de amigos o conocidos para vivir una experiencia inolvidable.

 

Son muchas las costumbres que España conserva desde hace siglos, pero hay una en concreto que lleva cientos de años celebrándose y que cada vez atrae a más personas de diferentes partes del mundo: el Camino de Santiago.

Un peregrinaje en el que hay muchos puntos de partida diferentes, pero con una única meta, la ciudad de Santiago de Compostela, su catedral y la tumba del apóstol Santiago. No es un viaje religioso, pero sí una experiencia más que recomendable. Repleta de vivencias, es la ocasión perfecta para estrechar lazos con muchas personas, hacer nuevos amigos y disfrutar de unas imponentes vistas a la vez que te pones a prueba a ti mismo.

No es un viaje fácil, de hecho requiere bastante organización previa. Afortunadamente, en los tiempos que corren existen soluciones online como la de Santiago Ways, un portal que se ha especializado en ofrecer las mejores opciones para los amantes del senderismo y del cicloturismo; pero que, sobre todo, ha conseguido despuntar por facilitar todo lo relacionado con el más que famoso peregrinaje a Santiago de Compostela.

Ese recorrido que parte desde una gran cantidad de puntos de España o de Francia y que acaba en la mismísima catedral de Santiago, que nació ya en el siglo IX de forma casi involuntaria por el viaje que hizo Alfonso II y que, a día de hoy, se ha convertido en una congregación anual para millares de personas. El Camino de Santiago es una experiencia que vale la pena vivir y compartir, y para la que siempre hace falta un poco de ayuda.

Es algo que puedes hacer completamente solo, o en compañía de amigos, o incluso apuntándote a excursiones organizadas como las que se pueden encontrar en internet. No importa el trayecto que vayas a elegir, siempre podrás vivir algo único e incomparable en cada uno.

Y es que se puede hacer este camino partiendo de diferentes puntos diferentes. Por ejemplo puede optar por el Camino frances, el Camino desde Tui, desde Baiona, el Camino Portugués, el Inglés o el del Norte. Todos varían en función del punto de salida y la ruta a seguir.

De hecho, muchos viajeros no se contentan solo con llegar a Santiago, haciendo una última etapa para lo que se conoce como el Camino de Finisterre. Una ruta adicional, que supone unos 60 kilómetros extra, pero que lleva al que antes se conocía como el fin del mundo.

Es todo un desafío, y a veces puede poner a prueba tanto la paciencia como el físico; pero, sin duda alguna, es algo que vale la pena experimentar. Ármate de valor, infórmate y prepárate. Este peregrinaje es inolvidable.