Estoy muy feliz de ser tu abuelo. Eres la extensión de la vida de tus abuelos y tus padres que tanto te hemos amado. Gracias a Dios, hemos disfrutado de tu compañía en muchos momentos hermosos y, cuando te hemos necesitado, siempre hemos sentido tu cariño, que nos anima a seguir adelante.
Ahora, que empiezas a ser un hombre, verás que la vida te impondrá muchos desafíos. Algunos. podrás superarlos con éxito. Otros, no. Pero, lo importante, son las experiencias alcanzadas que formarán, cada vez, mejor tu carácter y te darán la maravillosa alegría de haber aprendido de las dificultades, con uno que otro error que, gracias a tu inteligencia y espíritu cristiano, te permitirán salir adelante, sintiendo la emoción de haber crecido, intelectual y espiritualmente.
Nunca olvides que vienes de familias cristianas que entienden el liderazgo como una actitud permanente de servicio a los demás. Si eres coherente con ello, tendrás muchos amigos y amigas que te estimarán y te darán, en muchas ocasiones, mucho más de lo que tú les has dado.
Aléjate, sin hacer ruido, de las personas que no te convienen, cuando sientes que no te generan buenas energías o porque su acercamiento y falsa amistad pretende aprovecharse de tu bondad y confianza. No les des la oportunidad de abusar de tu entrega. Ellas te pueden hacer mucho daño, si no las identificas oportunamente.
Por último, no olvides, cada día, dar gracias a Dios por las 24 horas vividas y pide a Él que acompañe siempre tus pasos por este mundo.
Tu abuelo, que tanto te ama.
Tito