No existe el uno sin el otro; son parte integral de un concepto que se entiende, solamente, cuando se experimenta su vivencia.
El amor implica dar sin esperar nada a cambio. Pero va más allá de ello. Es entregarse sin restricción al otro para alcanzar su propio bien.
Ese bien que el otro anhela, pero no consigue plenamente, porque necesita de las fortalezas de aquel que decidió, sin restricciones, tender su mano al amigo, para ayudarlo, no para explotarlo.
Es muy difícil entender el sentido propuesto de la amistad, si no se comprende, claramente, que, con amor, se está dispuesto a darlo todo por aquel que es el amigo.
Allí no hay interés, ni siquiera la espera de un beneficio mutuo. Es la acción desprendida y decidida de hacer todo lo que es posible por el otro, para su propio bien.
Ese amor que hace que su fruto, la amistad, sea el fundamento que da cohesión y sentido al hecho de vivir en sociedad. Es la garantía de progreso de una humanidad que pueda convivir sin egoísmos, solidaria y sostenible.
Algo que, hasta ahora, no hemos podido alcanzar.
A todos mis amigos les deseo un feliz día del amor y la amistad.