«Dios mío.
Que mis juicios inoportunos y soberbios, no me alejen de aquellos que quieren escuchar Tu Palabra.
Que mi corazón siempre esté abierto a amar y escuchar con respeto a quien piensa diferente.
Para que, por el camino de la misericordia, él también abra su corazón; y podamos caminar juntos al encuentro de la verdad.
Esa maravillosa Verdad revelada que es Dios.»
(Jairo A Trujillo Amaya)