La gerencia de lo público exige compromiso con lo público. Es decir, con aquello que es propiedad de toda la comunidad:

–        Las cosas materiales, como la infraestructura urbana y rural.

–        El patrimonio cultural de los pueblos, que permite descubrir las raíces y lo que sobre ellas se ha venido desarrollando, para generar el frondoso árbol de conocimiento y de bienes culturales que dan identidad a la población.

–        La búsqueda de medios para asegurar el respeto del uno por el otro.

–        La construcción del bien común, con base en el trabajo mancomunado, donde todos y cada uno de los miembros de la sociedad, teniendo profundo respeto por las diferencias, apoyan las debilidades de unos con las fortalezas de otros.

–        Y, finalmente, asegurar: alimento,salud, vivienda y educación a todos los habitantes, sin ninguna discriminación.

El punto entonces, es poder responder a la pregunta ¿quién y cómo podrá lograrlo?

Para ello, debemos considerar, al momento de elegir la persona encargada de manejar los destinos de la ciudad o la nación, aspectos básicos relacionados con el  nivel de: educación, formación, experiencia e idoneidad que son fundamentales y se convierten en condición necesaria a cumplir por quien se somete al escrutinio de la sociedad.

1.     Educación.-

Entendida como el conjunto de conocimientos, académicamente adquiridos, certificados por instituciones reconocidas por su experiencia en estas labores, que le otorgan a la persona las credenciales suficientes para desempeñarse a la altura de la responsabilidad que exige el cargo al que aspira.

¿Es este el caso de su candidato?

2.     Formación.- 

Tiene que ver con el conjunto de principios y valores personales del candidato que, necesariamente, debe responder a las expectativas del sueño de sociedad ideal al que aspira la población para lograr su propio crecimiento, acompañado del desarrollo material, intelectual y espiritual necesario para buscar su felicidad y libertad, como expresión de su crecimiento personal y comunitario.

¿Es este el caso de su candidato?

3.     Experiencia.-

Resultado de gestiones y vivencias previas, similares a las que exige el cargo al que aspira el candidato.

Esas experiencias, demostradas de manera que puedan ser comprobadas, compuestas de éxitos logrados como de falencias que se hubieran podido, adecuadamente, enfrentar,  enriquecen la historia y el conocimiento personal del candidato.

Todo esto, asegura que, de repetirse situaciones similares a las vividas, estas serán superadas, con base en la curva de aprendizaje normal inherente a la persona humana.

¿Es este el caso de su candidato?

4.     Idoneidad.-

Finamente, el cumplimiento de los puntos anteriores, unido a aspectos relacionados con: el comportamiento, la manera de pensar, lo que cree y a lo que aspira la persona que se presenta como candidato, constituyen la característica de idoneidad buscada, que cierra el ciclo de confianza de la sociedad en quien se postula para una posición publica, donde lo que motiva a la persona, es el servicio a la sociedad y no su enriquecimiento personal, en lo económico o en lo político.

¿Es este el caso de su candidato?

Si, después de todo esto, aún no se ha decidido, mire su país y su ciudad y empiece por descartar a esos personajes que llenan de vallas y papeles las paredes de las casas, estructuras y monumentos públicos. Aquellos que inundan de publicidad los medios periodísticos. Aquellos que gastan plata a rodos para comprar los votos de la población.

Esos son los parásitos que se lucran de los puestos a los cuales fueron elegidos. Su interés, no es otro que el de hacer rendir las inversiones millonarias que hicieron para lograr su elección, repartiendo contratos y recibiendo comisiones millonarias que los enriquecen, cada día más, mientras la población sigue con hambre, sin educación, sin salud, y sin los más mínimos servicios públicos necesarios para asegurar una vida digna y un futuro realmente sostenible para las generaciones futuras.

¿Es este el caso de su candidato?

Por favor, decida y vote, ¡pero decida y vote bien! Esta es la única manera como un pueblo civilizado puede cambiar el estado de cosas y progresar con equidad.