“El cambio personal debe preceder o, como mínimo, acompañar al cambio organizacional o social”. Covey

“La nueva clase dirigente necesita individuos formados en valores, pues el compromiso de cambio se inicia a nivel personal y nace de la justicia y la honestidad, alimentadas de una sólida educación con excelente formación ética”. – Proyecto Líderes Siglo XXI, INSTITUTO LATINOAMERICANO DE LIDERAZGO. ILL –

Es necesario, por tanto, poner mucha atención a la relación que se da entre el LIDER y sus seguidores. Ella se llama confianza. Su medida determina, realmente, el nivel de LIDERAZGO que es capaz de ejercer quien pretende asumirlo. Solamente así, las personas de la institución y todos los públicos con quienes interactúa, reconocerán, de manera explícita, su intención de compromiso con las propuestas que el LIDER les está planteado

En términos de competitividad: El factor clave, hoy en día, igualmente, se llama confianza.

Las organizaciones que la logran, lo hacen, fomentando un Espíritu de Liderazgo fundado en sus más preciados valores. Cuando permiten que estos sean compartidos por todos los actores – accionistas, empleados, clientes, proveedores, y grupos de interés de diferente orden -,  se da una sinergia con el público que, al relacionarse  con la organización y sus empleados, evidencia, en cada acción, su compromiso con ellos, que se manifiesta y se irradia en todas las actividades en que participan y se ven involucrados.

Jairo A Trujillo Amaya
Consultor y asesor empresarial
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