Molesto, ¡muy molesto!

Que El Premio Nobel de La Paz para el Presidente de Colombia, que para el mundo es motivo de alegría y justo orgullo; para Colombia, sea frustración, envidia y deseo de protagonismo, de parte de quienes nunca han aportado nada distinto que violencia, desigualdad, pobreza y, en muchos casos, miserias y desolación, en el campo y las ciudades.

Molesto, ¡muy molesto!

Ver que mucho de los que votaron por el No, lo hicieron engañados por promesas falsas y mal intencionadas de quienes se aprovecharon de la buena fe de muchos ciudadanos, que creyeron que, por este camino, también se habían montado en el camino de la paz, cuando la realidad era que quienes lo promovían eran los mismos que han evitado las reformas de Estado que nos lleven a una sociedad más justa, equitativa y humana. Estos, para mantener su propio estatus, no dudan en promover la guerra que los beneficia directamente con la apropiación de las tierras de los campesinos. Además, con sus acciones, impiden que en las ciudades de Colombia, como en la mayoría de las ciudades de los países verdaderamente democráticos del mundo, esos campesinos, puedan encontrar refugio y oportunidades de progreso, gracias a la posibilidad de integrarse con base en buena educación, techo y salud, promovidas por un Estado que los protege y promueve socialmente.

http://caracol.com.co/radio/2016/10/06/politica/1475767104_672574.html

Molesto, ¡muy molesto!

Ver cómo, nuevamente, estamos clasificados como uno de los países con más diferencias sociales y económicas del mundo. Sin que se haya hecho nada al respecto, porque las castas sociales que lo usufructúan no dan cabida sino a una élite que monopoliza el capital y la tierra, sin dar opciones posibles al 90% de la población.

http://www.eltiempo.com/economia/sectores/desigualdad-en-colombia-es-mayor-de-lo-que-se-piensa-dice-cepal/16546686

Molesto, ¡muy molesto!

Ver cómo: los empresarios, los propietarios del sector financiero y los terratenientes, se oponen a una reforma tributaria necesaria, impidiendo que sus intereses sean tocados, a pesar de la caída de los ingresos del país,  debida a la baja de los precios del petróleo. Esto induce a que, la nueva carga, la asuman los más pobres con los impuestos que pagarán, a través del IVA, por unos alimentos que ya, prácticamente, no alcanzan a comprar con sus miserables ingresos, producto de su terrible explotación.

http://www.dinero.com/pais/articulo/que-piden-los-gremios-economicos-a-la-reforma-tributaria/234710

Molesto, ¡muy molesto!

Ver que, entre los lideres del No, existan ex funcionarios públicos que, desde sus cargos, que les exigían luchar contra la injusticia y la corrupción, se hubieran opuesto a la paz, recorriendo los campos, acompañados de los que, a punta de sangre y plomo, despojaron a los campesinos de sus tierras y se lucraron de entidades y gremios, producto del esfuerzo de empresarios de bien, para quebrarlos y beneficiarse de dineros que no eran suyos sino de la comunidad.

Molesto, ¡muy molesto!

Ver cómo uno de los funcionarios de marras, se considera vocero del pueblo católico, para apabullar y reprimir, en nombre de Cristo, a quienes considera que no cumplen la ley. Al mejor estilo de los fariseos que nos muestran los evangelios

En fin, molesto, ¡muy molesto!

Ver que el reconocimiento mundial a nuestro presidente, con el premio Nobel de La Paz, que serviría, como ha servido a muchos pueblos, para unir y conciliar; sea utilizado en Colombia por muchos promotores del No, para ridiculizar y seguir desprestigiando a un hombre que se la ha jugado toda por la misericordia y el perdón entre los miembros de su comunidad.