Identificar las vitaminas que más favorecen a nuestro bienestar en cada etapa específica de la vida es cuestión de química. Sin duda, la etapa del embarazo y de la lactancia materna es una de las que nos generan mayor preocupación y cuidado,  Elegir ingredientes funcionales específicos,  que protegen  a las madres en gestación y aportan al correcto desarrollo de los bebés en su primera infancia se vuelve clave para prevenir y tener un proceso saludable

No es un secreto que el correcto funcionamiento del cuerpo es el resultado de la combinación de los nutrientes y los hábitos adecuados en el crecimiento y desarrollo de una persona y mucho más en su proceso de gestación y primeros años de vida. Es como si habláramos de una fórmula química: si mezclamos los elementos correctos en las cantidades adecuadas obtenemos el resultado que esperamos.

A propósito de la Semana Mundial de la Lactancia Materna compartimos los nutrientes que se deben mezclar e incluir en la creación de la fórmula adecuada para que la mamá genere un proceso de lactancia saludable y que su bebé tenga todo lo que necesita para una alimentación de calidad.

 

 

El omega 3

En tiempos de pandemia, es indispensable fortalecer nuestras defensas. Por eso, alimentos funcionales como el Omega 3, un ácido graso esencial recomendado para reducir el riesgo de parto prematuro que además apoya el desarrollo del sistema nervioso central y el sistema visual del bebé, son recomendables para la dieta de las madres que tendrán hijos pronto.

Diversas investigaciones han demostrado que la complementación con Omega 3, desde la gestación hasta la primera infancia, es una oportunidad para promover el desarrollo del sistema inmunológico del bebé, incluso previniendo alergias y enfermedades inflamatorias como el asma.

La vitamina D

Otro de los alimentos necesarios para las mujeres en estado de embarazo es la vitamina D, otro complemento para el buen funcionamiento de su organismo. A pesar de que solo se encuentra en ciertos alimentos, su beneficio más importante es la regulación de la aparición de los genes que predisponen al sistema inmunológico para atacar bacterias y virus; muy importante en tiempos del COVID-19. De igual manera, también es eficaz para el desarrollo saludable de los dientes, los huesos del bebé y el funcionamiento de su corazón y cerebro.

Las vitaminas A & B

Por otro lado, las vitaminas A & B son otro ejemplo de componentes claves para el cuidado de la piel y el cabello de la madre y del bebé, así como para los procesos de desintoxicación hepática porque contribuye a la reproducción de glóbulos rojos y blancos. Por ejemplo, la vitamina B12, un nutriente que ayuda a mantener sanas las neuronas y los glóbulos sanguíneos, previene la anemia megaloblástica que produce sensación de debilidad.

El resultado de estos ingredientes funcionales es cuestión de química y protegen la salud de las mujeres y sus hijos. Sin embargo, deben incorporarse a la dieta  saludable de ellos sin reemplazar ningún alimento natural.

¿Tienes preguntas sobre cómo la química puede contribuir a la salud de las madres gestantes y al correcto desarrollo de los bebés en su primera infancia o sobre cualquier otra aplicación de la química en la cotidianidad? Puedes escribirnos a comunicaciones-bcn@basf.com y en nuestra próxima entrada te responderemos.