Hoy en día, un millón de botellas plásticas son compradas cada minuto, y al año se utilizan 500.000 millones de bolsas de este mismo material, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas. Muchas de esas botellas y bolsas son desechadas de forma errónea, ya que no es un secreto que toneladas de estos materiales han sido encontrados en los océanos, poniendo en riesgo la vida marina a nivel mundial.
Soluciones orientadas a contrarrestar la contaminación, producida por la utilización de plásticos de un solo uso y mejorar el resultado del proceso de reciclaje es cuestión de química, y son los objetivos que empresas como BASF promueven con el fin de otorgar una mayor calidad al plástico reutilizado. Debido a la cotidianidad que la población le ha dado a este tipo de productos, BASF ha orientado sus esfuerzos en buscar alternativas que contribuyan a combatir la contaminación originada por el plástico, y promuevan la economía circular. Con soluciones como B-Cycle se mantienen las propiedades del plástico relacionadas con su capacidad de transmitir y resistir fuerzas o deformaciones, permitiendo conservar niveles de calidad óptimos para su reutilización.
B-Cycle cuenta con productos aplicados a las diversas etapas del proceso de reciclaje, como la clasificación de materiales, el lavado para la eliminación de residuos con bajo costo y su transformación o procesamiento. Para este último paso, los aditivos brindan estabilidad al proceso, mejoran las propiedades mecánicas y proporcionan protección térmica duradera para evitar la degradación y proporcionar nueva vida al material. El rango de soluciones se aplica en una gran variedad de plásticos, desde envases flexibles hasta el procesamiento de plásticos rígidos como contenedores de basura, tambores, piezas de automóviles y baterías.
A su vez, con estas acciones se logran evitar factores como la degradación, permitiendo que los materiales puedan pasar por diferentes ciclos de vida. Igualmente, se resuelven los desafíos que dificultan las diversas etapas del proceso de reciclaje como los son: el uso del color en los materiales descartados, la mezcla de diferentes tipos de polímeros o incluso el olor.
A través de este nuevo portafolio, la industria química aporta conocimiento y experiencia brindando soluciones innovadoras de aditivos para plásticos pensadas y diseñadas pensado en los desafíos y necesidades de los clientes, en favor a que impulsen y viabilicen modelos de economía circular y reciclaje mecánico.
Como consumidores es mucho lo que podemos hacer en la reducción de uso del plástico de un solo uso, este tipo de innovaciones hacen aún más útil prácticas fundamentales como la correcta separación de basuras para la reutilización de los materiales. Sin lugar a dudas, la economía circular ¡también es cuestión de química!
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