La semana pasada la ANDI fue anfitriona del Congreso Empresarial Colombiano (CEC), un encuentro significativo para el país que contó con la participación de analistas y expertos nacionales e internacionales, así como con representantes de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. El encuentro permitió así una interacción entre el sector público y privado que trató temas económicos, sociales, ambientales, tecnológicos, de innovación y hasta vivencias con la Inteligencia Artificial.

Realmente fue un evento inspirador, invadido de palancas motivadoras, que dejó claro que para quienes amamos a Colombia no hay lugar para el fatalismo ni el conformismo, porque con el aporte de todos los actores que soñamos por un país diferente podremos lograr transformaciones profundas, con procesos de cambios disruptivos.

A Procultivos ANDI le quedó claro que necesitamos trabajar conjunta y colaborativamente con el Gobierno y el Congreso de la República por el agro colombiano. Juntos podremos materializar contundentemente el potencial de la agricultura, con inversiones en tiempo, pasión, trabajo y recursos que nos lleven a cambios disruptivos de toda índole. No habrá lugar al derrotismo sino a la entrega para cada ítem en función de la agricultura moderna y sostenible que, por supuesto, exige mucho, pero también promete lo inimaginable.

Un tema que debemos transformar es el manejo agronómico en las fincas agrícolas para obtener cosechas más productivas, inocuas y de excelente calidad. Si ya existen experiencias con incrementos en productividad de entre 25 y 120 %, con una reducción de costos de entre 15 y hasta 27 %, hay esperanza para ejecutar acciones a mayor escala que impacten muchas comunidades de la agricultura colombiana.

También quedó claro que los cambios disruptivos están en el manejo integrado de las herramientas que protegen y nutren los cultivos, por lo cual se debe acompañar a los productores del campo en el uso adecuado de estos productos. En ese sentido, nos reunimos con los ministerios de Agricultura, Medio Ambiente e Industria y Comercio Exterior, así como con el ICA, la ANLA, y la POLFA. Con estas entidades también se identificó la importancia de trabajar en la consolidación robusta del portafolio de bioinsumos, que se sume a las herramientas del campo colombiano.

También se trataron otros temas de vital importancia para nuestra agricultura, como, por ejemplo, infraestructura vial, sistemas de riego, almacenamiento y conectividad y acceso a créditos por parte de los pequeños agricultores, por ejemplo.

Por supuesto, de estas conversaciones surgieron desafíos, pero también mucho ánimo para potencializar las oportunidades para resolver los cuellos de botella detectados. Pero, como dice el dicho, “una sola golondrina no llama el verano”, por esos todos nos necesitamos.

Desde Procultivos agradecemos estos diálogos que nos permitieron revisar y reforzar la hoja de ruta en la que trabajamos por una agricultura moderna, productiva y sostenible en Colombia. Sin duda, el CEC no solo es la oportunidad para actualizarse con las conferencias y paneles de expertos, sino también el escenario ideal para los diálogos —entre el sector público y privado— que apuntan a la construcción de un mejor futuro para todos.

Manos a la obra. Nos vemos pronto.