Con una inmensa sonrisa y una amabilidad aún mayor, don Víctor Rueda nos recibió el pasado 25 de octubre en su finca cerca de San Vicente de Chucurí (Santander). Él es uno de los beneficiados en la primera etapa del proyecto de encadenamientos productivos en cacao que lidera la Fundación ANDI y que cuenta con el apoyo de la cámara Procultivos de la ANDI, la Compañía Nacional de Chocolates y la Fundación Nutresa, como principales aliados estratégicos.
El proyecto, que beneficia a 159 familias de las organizaciones Aprocafrum y Aprimujer, tiene como objetivo principal aumentar los ingresos de los cacaocultores, mediante la adecuada gestión del sistema productivo del cultivo y la comercialización de su producción con la empresa ancla (Nacional de Chocolates), para mejorar su calidad de vida.
A la finca de don Víctor llegaron una veintena de productores de cacao -sobre todo mujeres- quienes mediante una carrera de observación tuvieron la oportunidad de conocer de primera mano los avances del proyecto. Allí tuvieron la oportunidad de saber más sobre Buenas Prácticas Agrícolas, correcta alimentación de los cultivos, uso de plaguicidas y disposición de envases de agroquímicos.
Lo que visualizaron los visitantes en la carrera de observación, fue la transformación de una finca con aumento del 29% en la productividad. El de don Víctor es uno de los predios de seis cacaocultores elegidos en esta primera fase del proyecto.
Al finalizar la jornada y después de compartir una sesión en la que los agricultores socializaron y resolvieron sus dudas respecto a cómo poder mejorar sus cultivos, el blog Cultivando al Ser conversó con don Víctor y comprobó que el deseo de cambio es el combustible principal para que las cosas mejoren.
María Helena Latorre: ¿Cuál es la clave para que este proyecto haya salido adelante?
Víctor Rueda: La clave es el deseo y creer que sí se puede, para lograr las ganas suficientes que materialicen el cambio; porque el querer como el hacer es sólo sí se cree en uno mismo.
El proceso para este gran proyecto fue tomar la decisión y comenzar a mejorar el cultivo, sacando las plántulas y el sombrío que estaban en mal estado. Renovamos aquellos cultivos que ya estaban por debajo de los que estaban produciendo para que nos dieran sombrío al cultivo que estamos sacando adelante, porque necesitamos mejorar nuestros cultivos, mejorar la calidad y la producción del grano.
Eso es lo que estamos buscando nosotros como dueños de fincas, como dueños de nuestra empresa: tener ganas de mejorar y creer que sí se puede. Queremos que otras fincas repliquen estas ganas y que también se materialicen en hechos para seguir construyendo ese modelo diferente para nuestra agricultura, como insignia del cultivo de cacao.
MHL: Más allá de los apoyos recibidos, ¿qué tan importante es convencerse de que uno mismo puede generar ese cambio?
VR: ¡Es muy importante, claro que sí! Es más, estoy completamente convencido de este proyecto y de hecho lo replicaré en las demás hectáreas que tengo en la finca. Esa es mi meta y eso es lo que yo espero, que con la voluntad de Dios tenga salud para poder salir adelante.
MHL: ¿Qué consejo le da a los demás agricultores que quieren implementar este modelo en sus fincas?
VR: Les diría que ellos pueden mejorar sus cultivos si realmente lo desean, que sepan que ellos realmente lo pueden hacer. Hay que meterse en el cuento y echar para adelante, querer que nuestra empresa mejore es el inicio; pero que recuerden, se necesitan las ganas y el deseo de hacerlo. Hay que insistir en eso y en el cuidado de nuestros cultivos, hay que hacerle seguimiento y mantenimiento a las plántulas para que salgan adelante y tengan una producción activa.