Con el más reciente nombramiento de Juan Camilo Restrepo como ministro de Agricultura, que se suma a reconocidos tecnócratas en sus temas, el presidente electo demostró que no va a improvisar durante su Gobierno. Santos no solo se viene preparando durante toda su vida para ser presidente, sino que tiene «clarísimo» que tiene que estar rodeado de los mejores, al estilo de las grandes multinacionales.
Y es que uno de los grandes problemas del actual gobierno fue precisamente el de no reconocer las fallas en varias de sus carteras, precisamente por la presencia de políticos y la ausencia de conocedores de cada tema; para no ir tan lejos, los ministros de Transporte y de Protección Social, Andrés Uriel Gallego y Diego Palacios, cuyos pobres resultados golpearon fuertemente el balance general del Gobierno del presidente Álvaro Uribe. Además, la carencia de conocimiento del actual canciller, Jaime Bermúdez, para atender las necesidades urgentes en materia de relaciones internacionales, que en cambio sí tuvo que atender el mismo presidente Uribe.
Pese a lo anterior, hay que reconocer los buenos elementos del Gobierno saliente, no solo en las carteras, sino en las Altas Consejerías como es el caso de Mateo Restrepo, quien en poco tiempo siguió de manera eficiente la estrategia anticrisis y la política anticíclica desde la Casa de Nariño. También hay que destacar la labor del Ministro de Comercio, Luis Guillermo Plata, quien en medio del rompimiento de las relaciones comerciales con Venezuela y Ecuador ha logrado dar pasos importantes en la diversificación de la balanza comercial colombiana.
En el caso del Gobierno entrante, las expectativas se tornan positivas si se tiene en cuenta la presencia, entre otros, de María Ángela Holguín, en la cancillería, externadista, claramente una de las mejores internacionalistas que tiene este país. Juan Carlos Echeverry con un altísimo perfíl en su desempeño económico, pese al manejo político que le ha dado a su estrategia improbable de no subir impuestos. Germán Cardona, un reconocido ingeniero de obras civiles y consultor en varias proyectos e infraestructura importantes del país, y Sandra Bessudo, quien ha impulsado la Fundación Malpelo desde hace varios años.
Sin embargo, el caso de Juan Camilo Restrepo, como ministro de Agricultura del próximo Gobierno, tiene una connotación especial, no solo por su enorme trayectoría en la vida pública y sus amplios conocimientos de agricultura y economía, sino por su independencia. Pocos economistas como él se han dado el lujo de decirle al Gobierno del Presidente Álvaro Uribe que se ha equivocado con el manejo en el tema de las pirámides; en materia de ahorro para elaborar una política anticíclica de mayor alcance e incluso las falencias en el polémico programa Agro Ingreso Seguro; pero no todo se ha ido en críticas, también ha reconocido elementos importantes de este Gobierno como la capacidad para mantener la estabilidad macroeconómica y jurídica, y los niveles importantes de crecimiento económico.
Así las cosas, un hombre independiente y conocedor de los temas será quien lidere la cartera de Agricultura, que como él mismo lo dice, debería ser uno de los pilares de la política pública en Colombia, si se tiene en cuenta que el mismo nombre del Ministerio hace énfasis en el desarrollo rural, espacio en el que se desempeñan millones de campesinos del país, que sufren los fenómenos de violencia y pobreza en todas sus extensiones.
En ese sentido, hay que reconocer que Juan Manuel Santos se supo rodear. Designó una nómina de lujo. Dejó claro que aquel que hace parte de su equipo debe conocer de manera amplia cada tema para garantizar el éxito de la administración. Veremos en estos cuatro años, un estilo diferente de gobernar. Menos viceministros y más ministros. Una buena selección para avanzar en este Mundial.
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