Efecto del Covid-19.
El dólar a comienzos del mes de marzo de 2020 superó la barrera de los $4000 COP. Uno de los motivos fundamentales de esta situación fue la crisis que generó el desplome de los precios del petróleo y, además, la aparición del coronavirus (covid-19).
Como consecuencia de la declaración de la pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud, el precio de la divisa se vio afectado por la interpretación que los agentes económicos previeron sobre el riesgo a futuro.
Otro hecho que también impulsó el comportamiento al alza del dólar en Colombia, fue, por ejemplo, el conjunto de decisiones de política comercial por parte del gobierno de Estados Unidos. Estas medidas referenciaron incrementos desde los $3500 hasta los $3800 y posteriormente hasta los $4000 pesos colombianos por dólar.
Por otra parte, aparecen variables importantes como el precio del petróleo y el comportamiento de las bolsas de valores del mundo; los desencuentros ocurridos al interior de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sobre la definición de cuotas de producción provocaron una caída frente al reajuste en expectativas.
Fundamentalmente, las decisiones de Arabia Saudita y Rusia fueron las que más impactaron el precio del dólar. Sumado a estos desacuerdos y a la medida mundial del aislamiento preventivo, la paralización de las actividades productivas puso la demanda petrolera en los escenarios de caída.
Con respecto a este fenómeno financiero, muchas investigaciones económicas han demostrado la correlación que existe entre el precio del barril de petróleo y el tipo de cambio; así, en la medida que el petróleo sea más costoso, el dólar baja de precio, pero en caso contrario, la caída de los precios del barril de petróleo produce la caída del ingreso de divisas y a la vez, afecta el presupuesto de la nación.
Tipo de Cambio
El tipo de cambio en Colombia es flotante (flexible); esto quiere decir, que la oferta y la demanda determinan su precio. Sí hay personas que desean transar dólares van a ese mercado, no pensemos en las casas de cambio de la compra dólares a pequeña escala.
Pensemos en grandes volúmenes o negociaciones que se realizan en el mercado de valores; allí, ocurre una situación que se conoce como intervención sucia en donde la autoridad monetaria supervisa el comportamiento del precio del dólar.
No obstante, esta supervisión es necesaria por varias razones: la primera, por el control sobre las reservas internacionales; por otra parte, por la verificación que debe hacerse a los flujos de capitales (remesas, por ejemplo) tanto salientes como entrantes; en tercer lugar, por el seguimiento a la deuda externa del país (pública o privada).
Entonces, la banca central puede intervenir a través de operaciones de Mercado abierto en ese mercado de divisas y así, convertirse en un actor que ofrece o demanda divisa según sea la necesidad.
En una situación de precios bajos y baja demanda del petróleo, al país entra una menor cantidad de dólares lo cual genera una oferta reducida de dólares en la economía local y, además, se genera un tipo de cambio artificialmente alto. Esta situación resulta muy beneficiosa para quienes exportan, pero es muy grave para el sector importador.
Expectativas
En este contexto, la dinámica del comportamiento del mercado mundial petrolero y depende del rol de la OPEP, que opera como un club que junta a los países petroleros que controlan gran parte de este mercado. Es así como este club colude para estabilizar los precios petroleros buscando beneficios propios.
Sin embargo, en los últimos años las tensiones geopolíticas no han permitido acuerdos claros en las cuotas de producción, lo que trae consigo variaciones del nivel de precios. El gobierno colombiano, consiente de esta realidad, hace proyecciones para el cálculo del presupuesto nacional sobre el precio de barril de petróleo Brent (más liviano y de menor costo de producción que el WTI), y que se puede ¿vender? a un precio de mercado más alto.
En el presupuesto general de la nación, Colombia hace proyecciones acerca de cuánto va a recibir por exportaciones de petróleo, y automáticamente, cuando caen los precios internacionales, las proyecciones presupuestarias se desfasan.
Podremos esperar que si seguimos teniendo un barril de petróleo con un precio bajo, en este año habrá algún tipo de desfinanciamiento a nivel del gobierno nacional central. Obviamente, esto lleva a que se deban definir ajustes que permitan suplir aquellos déficits que surgirán en el presupuesto de la nación.
Minutos de Economía, Invitado, Profesor Álvaro Javier Vargas Villamizar, Facultad de Economía Seccional Bucaramanga.