Es innegable el esfuerzo de ésta y de las anteriores administraciones por mejorar los temas fundamentales en torno a la educación en la ciudad, la cobertura y la calidad. Respecto a la cobertura los resultados son sobresalientes, la tasa de cobertura neta en preescolar, primaria y secundaria está hoy por encima del 90%, aunque en estado estacionario desde 2009. El 10% restante no es falta de recursos, se debe a factores incontrolables como la grave situación económica de muchos hogares. La cobertura en educación superior también ha tenido un apreciable crecimiento a través de diversos programas de financiación y, según el Programa Medellín Como vamos, a marzo de 2012 había cerca de 20 mil beneficiarios.
En materia de calidad educativa el cantar es a otro. Según el diccionario de la Real Academia Española, calidad es la “propiedad o conjunto de propiedades inherentes a una cosa que permite apreciarlas como igual, mejor o peor que el restante de su especie”. La definición en sí misma indica que calidad es casi un juicio subjetivo, y en consecuencia su medición no es un asunto trivial. Ahora bien, en materia educativa el ICFES define la calidad como “la capacidad del sistema (educativo) para lograr que todo o la gran mayoría de los estudiantes alcancen niveles satisfactorios de competencias”. Es en torno a ésta definición que los investigadores, así como el ICFES, han construido a lo largo de los años las medidas de calidad, las cuales se basan en los resultados de pruebas estandarizadas de aplicación anual, como Saber 5, Saber9 y Saber11.
En todo el mundo se utilizan los resultados de pruebas estandarizadas para evaluar la contribución del colegio al logro académico. Esto, por supuesto, es una medida imperfecta de lo que es la calidad de la educación en sentido amplio, pero suficiente para medir lo que el ICFES considera lo que es un sistema educativo de calidad. Bajo el supuesto de que el ICFES hace bien su trabajo (no hay razones para dudar de lo contrario) los resultados para Medellín de las diferentes pruebas Saber dejan bastante que desear.
Por ejemplo, los resultados de la prueba Saber11 en 2012 en lenguaje y matemáticas muestran que los colegios de Medellín están rezagados frente a Bogotá y Bucaramanga, y la diferencia se mantiene si se comparan solo los colegios públicos. Más aún, mirando solo Medellín, entre 2007 y 2012 los resultados de las pruebas no han variado apreciablemente, manteniéndose las tradicionales diferencias en logro entre colegios privados y públicos en favor de los primeros. Es hora de que los 3 billones de pesos destinados a educación entre 2012-2015 se empiece a ver reflejados en el cierre de éstas brechas.
Quienes han trabajado la relación entre el logro académico (o calidad) y sus factores asociados reconocen que la infraestructura escolar es importante, pero explica el logro académico menos de lo que se quisiera. El énfasis ahora debería ponerse en el profesor, es fundamental evaluar su desempeño dentro del aula, así como analizar si los criterios de ingreso y ascenso en el escalafón profesoral son los pertinentes. No es una tarea grata ni fácil, pero mejorar los indicadores de calidad requiere comprender que el mejoramiento del desempeño del profesor y actuar en consecuencia es parte fundamental del proceso educativo.
@jhbarrientos