Empresas Varias de Medellín es una institución que ha estado en el corazón de los medellinenses desde su fundación en 1964. Desde entonces la empresa, tuvo originalmente objetos sociales variados, entre ellos el aseo, pero con los años ha tenido varias transformaciones, que empiezan en 1998 cuando la antigua Empresas Varias Municipales de Medellín se transformó en Empresa Industrial y Comercial del Estado, pasando a llamarse Empresas Varias de Medellín ESP –EVM.
Pero el cambio no solo fue de nombre, entre otras cosas, la nueva empresa debía asumir un pasivo pensional, que en 2007 ascendió a la dramática suma de 348.651 millones de pesos y amenazaba con acabar la empresa. Pero los problemas pensionales de EVM se habían advertido desde 2004 cuando la SuperServicios afirma que desde el año 2000 la empresa venía obteniendo pérdidas operacionales generadas por la elevada carga pensional, aunado a la deficitaria gestión pues los ingresos no cubrían los costos operativos.
Para completar, en 2005 la Comisión de Regulación de Agua expide resoluciones que establecen que las tarifas solo puede considerar costos asociados a la prestación del servicio y no incluir costos asociados a pasivos pensionales, esto impactaba directamente los ingresos de EVM tornando oscuro el panorama financiero de la empresa. Para 2007, el patrimonio y los bienes de la empresa eran 251.915 millones, era claro entonces que EVM estaba en alto riesgo de desaparecer y que algo debía hacerse.
Muchos celebramos cuando en 2008 el Concejo de Medellín da el primer paso para la salvación de EVM: la creación de un establecimiento público municipal para transferirle una porción de activos y pasivos, en particular el pasivo asociado al hueco pensional. La celebración fue mayor cuando el Concejo en mayo de 2013 da el segundo paso: aprueba la transformación de EVM en una empresa oficial de Servicios Públicos organizada como sociedad por acciones. La guinda en el pastel la constituye el hecho de que en noviembre pasado EVM (saneada) se convierte en filial del Grupo EPM.
Bien, la tarea ahora debe ser completa. Es indispensable que EVM se dedique a su objeto social (recolección y disposición final de basuras) de la manera más eficiente, claramente no es óptimo invertir en camiones compactadores, en especial por los altos costos de mantenimiento y porque existe el peligro de que esos altos costos se disparen debido a la latente corrupción en el manejo de mantenimiento de vehículos, sea que lo haga EVM (compra de repuestos, reparaciones inoportunas, etc) o que tercerice la actividad (licitaciones, concursos etc.).
Un contrato de arrendamiento operativo, o renting, es la manera más transparente y eficiente (costo/efectivo) de operar el negocio de EVM. El renting tiene grandes ventajas, por ejemplo, sustituye inversión por gasto (de arrendamiento), convierte un costo variable y sujeto a incertidumbre, como el mantenimiento, en un costo fijo, pero sobre todo el riesgo se traslada totalmente al arrendatario.
Puesto que es más barato un renting que comprar y mantener camiones, la tarifa no puede subir. Es también una equivocación afirmar que el renting es el inicio de la privatización de EVM. Si el contrato está bien diseñado, el renting contribuirá a generar resultados operacionales positivos a EVM. Señores del Concejo, líderes de usuarios: hasta ahora los argumentos esgrimidos contra el renting son insostenibles.
@jhbarrientos