A mediados de 2011 se conocieron las cifras de la incidencia de pobreza y la indigencia, a nivel nacional y departamental para el año 2010, basadas en la metodología diseñada por la Misión para el Empalme de las Series de Empleo, Pobreza y Desigualdad-MESEP. La pobreza a nivel nacional se redujo, pasando del 49.4% en 2002 al 37.2% en 2010. Las cifras para Medellín y Antioquia también son alentadoras: la pobreza se redujo en 14.1% y 16.1, respectivamente; y la indigencia, aunque en menor medida, también disminuyó en 2.3% y 6.7%. La pregunta es, por supuesto, que explica estos resultados.

Uno puede aventurarse a lanzar hipótesis: por ejemplo, que los subsidios condicionados, como familias en acción y programas similares, han tenido un efecto importante (ya hay evidencia al respecto); o que el crecimiento promedio de la última década ha rendido sus frutos -pese a que la tasa de  desempleo ha sido persistente-; también podría argumentarse que la desaceleración de la inflación, especialmente la de alimentos,  ha contribuido para que muchos salgan de la pobreza. O simplemente que el resultado es una combinación de todas las anteriores.

Pongamos sobre la mesa otra hipótesis, frecuente en la literatura reciente, conocida como la hipótesis del patrón de crecimiento-HPC-, la cual afirma que la composición sectorial o geográfica del crecimiento económico impacta la pobreza independientemente de la tasa agregada de crecimiento económico. Existe evidencia empírica que apoya dicha hipótesis: para el caso brasileño se encontró que el crecimiento en el sector servicios redujo más la pobreza que el crecimiento del sector agrícola y el industrial entre 1985 y 2004; en India la evidencia sugiere que el crecimiento en el sector agrícola y en el sector servicios tuvo mayor impacto sobre la reducción de la pobreza que el crecimiento manufacturero.

En venezuela, se encuentra que los sectores que registraron un impacto significativo a la reducción de la pobreza fueron el manufactura y el de la construcción, pese a que estos sectores son los que menor participación tienen en el PIB total. En ejercicios empíricos similares para el Sudeste asiático se ha encontrado que el crecimiento en la agricultura fue el más importante para la reducción de la pobreza. Cómo ejemplo final, existe evidencia de que el sector primario (principalmente agricultura) ha sido el sector que más ha contribuido a reducir la pobreza en China desde hace dos décadas.

Para Colombia existen muchos estudios sobre las causas de la pobreza, pero sobre la HPC no existe niguno; sin embargo hay un documento de trabajo preliminar de Ramírez y Tabarez (2011, Universidad de Antioquia), que llega a la siguiente conclusión: el crecimiento económico agregado ha incidido apreciablemente en la reducción de la pobreza, pero ha sido el crecimiento del sector primario el que ha contribuido a paliar la indigencia a nivel departamental.

Conclusiones: primero, el crecimiento sectorial parece explicar mejor la reducción de la pobreza y la indigencia; segundo, no sólo las características temorales y sectoriales importan, también la características espaciales cuentan, de modo que el Ejecutivo debe considerar en sus políticas la dinámica propia de cada departamento; tercero, es hora de evaluar otras posibilidades, teóricas y empíricas, para explicar la pobreza y, en especial, la persistencia de la indigencia en Colombia.

@jhbarrientos